El nuevo arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco Prieto, ha tomado posesión este sábado de su cargo en una misa celebrada en la Catedral de Santiago en la que ha defendido una Iglesia "humilde y testimonial, pero no acomplejada". El prelado electo llegó acompañado del Arzobispo Administrador Apostólico y del Nuncio Apostólico de Su Santidad, y fue recibido por el Cabildo catedralicio y el Colegio de Consultores.
A la celebración asistieron diversas personalidades políticas, como el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Santalices, además de representantes de las diferentes fuerzas de seguridad del Estado. La toma de posesión de Prieto se produce 27 años después de la última celebrada en la catedral compostelana, la del Arzobispo saliente, Julián Barrio, del que el nuevo prelado fue obispo auxiliar.
En su homilía, Prieto reconoció la "generosidad, entrega, desvelos y trabajos" por parte de miembros de la Iglesia y fieles laicos, como catequistas, voluntarios de la acción socio-caritativa, profesores y colaboradores en la vida parroquial. El Arzobispo apeló a la humildad y al testimonio para construir una Iglesia preocupada por los más necesitados, y pidió la ayuda de los presentes para "ser bispo de todos, presidiendo en el servicio, sin restricciones ni pertenencias".