SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Ene. - La Catedral de Santiago implementará un modelo de prevención para mejorar las condiciones de conservación de su patrimonio interior. Este modelo utilizará una copia digital del templo y datos meteorológicos para calcular las condiciones del aire.

El proyecto, que ha estado en desarrollo durante casi dos años, es impulsado por la Xunta, la Fundación Catedral y el Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia de la USC. El grupo de investigación liderado por Jorge Mira, Alberto Otero Cacho y Alberto Pérez Muñuzurri, también participó en estudios sobre la circulación del aire en las aulas durante la pandemia de Covid-19.

La catedral se enfrenta a problemas de humedad y condensación, especialmente en el Pórtico da Gloria, que es el área más afectada por los vientos húmedos. El objetivo de este estudio es prevenir estos problemas y garantizar la conservación del patrimonio.

"Fue un proceso muy difícil y requirió mucho trabajo. Estamos orgullosos porque creemos que es la primera vez que se realiza este tipo de estudio en España", explicó Jorge Mira durante la presentación del proyecto en el 'Museo das peregrinacións' en Santiago.

Además, Mira destacó que reconstruyeron digitalmente la Catedral para calcular el volumen de aire, que asciende a 60.000 metros cúbicos, equivalente a 160 piscinas.

A través de este estudio, se abrirán y cerrarán puertas y rejillas de ventanas con el objetivo de preservar las policromías y maderas, evitando así la condensación.

"Con este modelo podemos experimentar y comprender qué sucede en diferentes circunstancias", afirmó Daniel Lorenzo, director de la Fundación Catedral, quien fue el primero en percatarse del problema durante la restauración del Pórtico de la Gloria.

En la presentación del proyecto, también estuvo presente el conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades, Román Rodríguez, quien valoró la compatibilidad entre los avances tecnológicos y la conservación del patrimonio. Según Rodríguez, este proyecto contribuye a la conservación del bien que "más nos identifica como país".

Tanto el director de la Fundación Catedral como los investigadores coincidieron en que sería ideal tener sensores en el exterior para conocer la velocidad del viento en la fachada. En la actualidad, los datos provienen de la estación meteorológica de la Facultade de Física de la Universidad de Santiago, aunque se realizaron comprobaciones con los datos de la fachada de la Catedral en momentos específicos. Se considera que sería más preciso si se instalaran en el Obradoiro.