Sustraían dinero, documentos personales y joyas que entonces fundían para transformarlas en lingotes de oro que mandaban a Rumanía, su país natal

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Oct.

La Guardia Civil ha detenido a 2 jóvenes de nacionalidad rumana en Getafe (La capital española) como supuestos pertenecientes de un clan familiar destinado a cometer latrocinios de manera fuerte dentro de 38 viviendas de mayores de toda España. De todas y cada una ellas, seis estaban ubicadas en Galicia y los primeros tres capítulos se encontraron en los ayuntamientos lucenses de Quiroga, Guntín y O Valadouro.

Según comunica el Instituto Armado en un aviso, hablamos de la 'Operación Kosmima', que transporta el Juzgado de Primera Instancia y también Instrucción de Monforte y que se inició tras tenerse conocimiento de los tres primeros ataques en Lugo en el mes de noviembre de 2021. Los 2 apresados pasaron este martes predisposición del Juzgado de Instrucción de Getafe, que dictaminó su ingreso en prisión.

Los supuestos autores, tras incapacitar el sistema de iluminado en el exterior de los geriátricos, accedían al interior por medio de las ventanas que dan ingreso a las áreas de trabajo. Para ello, empleaban un elemento punzante en forma de palanca y, una vez dentro, se apoderan de cajas fuertes, dinero, joyas y expedientes de los habitantes donde actúan sus documentos personales.

Estos hechos produjeron, resalta la Guardia Civil, una "enorme alarma popular" entre los pobladores de la región y los internos de los centros. Es la situacion de la vivienda de mayores de O Valadouro, donde los asaltadores sustrajeron expedientes y documentos de identidad de los individuos.

Este clan familiar, con base de operaciones en las localidades madrileñas de Mejorada del Campo y Getafe, llegaban a recorrer cientos y cientos de km en solo una día y, tras regresar con el botín, procedían a derretir las joyas en el hogar de entre los detenidos para transformarlos en lingotes de oro y mandarlos a su país natal. En total, se calcula que se hicieron con 200.000 euros entre dinero en metálico y joyas.

El Instituto Armado resalta la movilidad de esta banda, en tanto que se les advirtió aun un traslado a Francia y a Bélgica. Llegaron a recorrer en un solo día unos 1.200 km.

En total, se han esclarecido 38 delitos de hurto fuertemente continuado, 4 de falsificación de archivo público y usurpación de estado civil, y 2 delitos contra la seguridad vial, todos ellos sucedidos entre los meses de noviembre de 2021 y octubre este año.

La primera etapa de explotación de la operación sucedió el pasado viernes en Getafe, en el momento en que se procedió a la detención de 2 jóvenes rumanos, de 33 y 42 años, que justo retornaban de la comisión de 2 latrocinios en la provincia de Granada.

En la inspección del vehículo, los agentes hallaron ocultos --en cinco calcetines-- dinero en efectivo y joyas que proceden de las viviendas asaltadas, 2 patas de cabra y móviles utilizados para enojar la ventana y sostener diálogos a lo largo de el lapso de los ataques. Además, en el maletero tenían la ropa usada en los ilegales.

Antes del comienzo del verano se había detectado un aumento de la actividad del conjunto, con hasta seis capítulos en una sola semana en puntos tan distantes como Lleida, Zaragoza, Sevilla, Málaga y Ciudad Real. Posteriormente, cesó su actividad para moverse al Levante a lo largo del periodo de vacaciones, hasta el momento en que reanudó su actividad en el mes de septiembre.

En los registros practicados en tres casas --una de ellas una vivienda unifamiliar de reciente adquisición en la provincia de Toledo--, se logró intervenir la proporción de 24.230 euros y un sinnúmero de joyas, entre ellas tres relojes de gama alta, una compilación de billetes y monedas de diferentes países.

En otra de las casas se halló un taller casero para derretir oro, conformado por un horno de fusión, 2 balanzas de precisión y herramientas de trabajo, gadgets informáticos, inhibidores de continuidad y gadgets de rastreo, entre otros muchos. Igualmente, se ha procedido a la incautación de cinco automóviles, uno de gama alta.

Según los datos de la Guardia Civil, el conjunto planificaba cada golpe "con cierta antelación bastante" para eludir los controles de seguridad y eludir ser descubiertos y realizaban sus traslados desde las localidades de vivienda de lunes a viernes. Empleaba automóviles de exactamente la misma marca y modelo, y les fueron intervenidos tres de ellos, que resultaron ser propiedad de terceras personas extrañas a los hechos.

Una vez llegaban a las inmediaciones de las viviendas, pernoctaban dentro del vehículo y observaban las cuestiones de inseguridad, los horarios de los facultativos, la presencia policial y otros componentes del ambiente para estudiar el ataque.

A la hora de cometer el atraco, los causantes dejaban el turismo a múltiples km de distancia para no alzar sospecha y se trasladaban hasta la vivienda caminando. Entonces, escondiendo sus semblantes y empleando guantes, forzaban las ventanas con palancas y accedían a las áreas de trabajo de los directivos de las instalaciones.

La banda, dentro por los 2 asaltantes detenidos y su ambiente familiar, escondía el origen de los botines para parecer que procedían de fuentes lícitas. Así, efectuaban las transacciones bancarias a nombre de personas extrañas, para lo que empleaban su identidad y falsificaban los documentos precisos para el cambio de titularidad.

Asimismo, para estar comunicado, empleaban números de abonados con tarjetas a nombre asimismo de otros y restringían sus llamadas entrantes y salientes, lo que imposibilitaba su identificación directa.

La Guardia Civil destaca de qué forma estos robos eran el modo perfecto de vida de este conjunto, puesto que durante la investigación "no se les ha detectado otra fuente de ingreso" alén de la actividad delictiva y llevaban "una vida supuestamente habitual" con sus familias.