ORENSE, 23 de diciembre.
En un destacable despliegue de fuerza, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Ourense, en cooperación con las unidades de Pontevedra y Lugo, ha llevado a cabo una exitosa operación titulada 'Jericó'. Este operativo ha culminado con la detención de cuatro individuos, quienes ya se encuentran tras las rejas como presuntos responsables de hasta 13 delitos de robo con fuerza que abarcan las provincias de Ourense, Pontevedra y Lugo.
La Guardia Civil ha ofrecido detalles sobre la captura, que se llevó a cabo el pasado 19 de diciembre en Tui, Pontevedra. Las fuerzas del orden sorprendieron a los sospechosos 'in fraganti' mientras intentaban ingresar a una vivienda, lo que subraya la excelente labor de vigilancia y prevención que están llevando a cabo estas unidades.
Durante esta operación, el Instituto Armado realizó dos registros domiciliarios que resultaron en la incautación de una cantidad significativa de joyas y otros objetos relacionados con los robos investigados. Esta acción se ha ejecutado bajo la dirección del Juzgado de Instrucción de O Carballiño en Ourense, lo que asegura la correcta administración de la justicia en este caso tan complicado.
Este lunes, un panel de autoridades, que incluyó a los heads de la Policía Judicial en Ourense, Lugo y Pontevedra, así como al Jefe de la Comandancia y al subdelegado del Gobierno en Ourense, Eladio Santos, ofreció una rueda de prensa para informar sobre los pormenores de la operación. En esta comparecencia se reveló que el valor del botín robado asciende a la escalofriante cifra de 60,000 euros, englobando tanto joyas como efectivo, aunque algunos objetos aún están en proceso de evaluación.
Las investigaciones han permitido establecer que la banda, que tiene su base en Barcelona, orquestó su serie de delitos en Galicia en diferentes oleadas, desplazándose en coches de alquiler para evitar ser rastreados. En agosto, durante su primera incursión, se hospedaron en una residencia turística en Ourense, desde donde ejecutaron robos en Monforte de Lemos, Sanxenxo y cuatro en Ribadeo.
La segunda fase delictiva se produjo en octubre. En esta ocasión, los delincuentes se trasladaron a Vigo, donde permanecieron tres días durante los cuales perpetraron robos en Lalín, O Carballiño —ambos el mismo día—, Cangas do Morrazo y también en la ciudad de Ourense, antes de regresar a su lugar de origen en Barcelona.
El 17 de diciembre, la banda alquiló un vehículo en Barcelona y hizo su camino de regreso a Vigo, donde finalmente fueron aprehendidos el día 19 en una vivienda de Tui. Las operaciones incluyeron un par de registros: uno en Barcelona y otro en un piso ubicado en la Gran Vía de Vigo, donde se buscaba reunir evidencias que relacionaran a los sospechosos con los delitos cometidos.
Durante la detención, los delincuentes portaban una mochila cargada de herramientas que presumiblemente utilizaban para acceder a las viviendas. Según las autoridades, sus modus operandi consistía en asegurarse de que no hubiera moradores presentes en el interior de las viviendas objetivo y forzar las cerraduras a través de distintos métodos.
En palabras de José López Castro, jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Ourense, uno de los detenidos tenía la peculiar costumbre de llevar una barra de pan bajo el brazo, una táctica que parece diseñada para aparentar que salía a comprar, buscando así pasar desapercibido mientras ejecutaba sus fechorías. Cabe destacar que de los cuatro arrestados, solo dos eran los encargados de ingresar a los domicilios.
Rafael Berguillo, teniente coronel del cuerpo, reforzó la idea de que esta es una banda itinerante extraordinariamente bien coordinada, cuya actuación sigue un patrón muy definido. Además, el teniente coronel resaltó el éxito de la colaboración entre las unidades policiales implicadas, lo que ha permitido desarticular este grupo que operaba en diversas regiones.
El subdelegado del Gobierno, Eladio Santos, confirmó que los cuatro individuos se encuentran actualmente en prisión bajo órdenes judiciales y se les atribuyen varias acusaciones, que incluyen la participación en 13 delitos contra el patrimonio, así como pertenencia a una organización criminal y falsedad documental. Santos también subrayó la importancia de los hallazgos realizados durante los registros, que vinculan a los detenidos con los actos delictivos que se investigan, y expresó su reconocimiento a la labor de la Guardia Civil en la desarticulación de esta banda, alabando su profesionalismo y la coordinación entre las diversas comandancias provinciales.
Finalmente, las autoridades no descartan que existan más personas involucradas en esta red delictiva, por lo que la investigación sigue abierta y en desarrollo, lo que promete más revelaciones en el futuro cercano.
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