SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 de octubre. En una significativa muestra de descontento, un gran grupo de docentes ha decidido permanecer en varios colegios de las cuatro provincias gallegas durante la noche. Su objetivo es dar visibilidad al conflicto laboral y social que enfrenta el profesorado en Galicia.
Los centros educativos que participan en esta protesta nocturna incluyen el CEIP Alborada en A Coruña, el IES Lucus Augusti de Lugo, el CEIP Amadeo Rodríguez Barroso de Ourense, el IES de Canido en Ferrol, el CEIP Reibón de Moaña (solo por la noche) y el IES Valle Inclán de Pontevedra.
En este contexto, el director del IES Valle Inclán ha declarado a los medios que las clases continúan como es habitual y que está a la espera de una respuesta por parte de la Inspección Educativa tras haberles notificado la situación.
La profesora Marta Ferreira ha expuesto que los motivos que han llevado a esta medida incluyen la necesidad de reducir el horario lectivo, aumentar el número de docentes, mejorar la atención a las necesidades especiales y disminuir la cantidad de estudiantes por aula.
Ferreira ha subrayado que el objetivo principal es “recuperar las condiciones que disfrutaban los docentes antes de que el gobierno del Partido Popular deteriorara la situación”, haciendo hincapié en la necesidad de mejorar no solo los derechos laborales, sino también la calidad de la enseñanza pública.
Un estudio del sindicato STEG revela que en el CEIP Alborada, la clase de 6º de infantil ha superado el límite legal de 25 alumnos por aula, lo que agrava las reivindicaciones de los profesores.
Este movimiento es parte de una huelga más amplia, que hoy ha visto a cientos de docentes manifestarse en Santiago de Compostela, rodeando la sede de la Xunta para exigir un cambio en las políticas educativas. Los educadores, portando calabazas que simbolizan el "suspenso" de la Xunta, han expresado su frustración haciendo sonar silbatos y cacerolas.
En declaraciones antes de la manifestación, Laura Arroxo, secretaria nacional de la CIG-Ensino, afirmó que la situación va más allá de los derechos laborales; se trata de dignidad. Arroxo instó a la Consellería de Educación a priorizar las inversiones en el sector público en lugar de financiar empresas privadas.
“Deseamos una educación pública que sea dinámica, de calidad, en gallego e inclusiva”, enfatizó Arroxo. En una línea similar, Comba Campoy, secretaria de Acción Sindical del STEG, destacó que los docentes están cansados y no ven otra alternativa que manifestarse hasta que el consejero Román Rodríguez decida atender sus demandas.
Las direcciones de más de 70 colegios han respaldado estas movilizaciones, reconociendo de primera mano la creciente carga administrativa y la falta de recursos humanos y materiales, así como la precariedad en las condiciones laborales tanto del personal docente como del no docente.
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