La comunidad gallega podría estar a las puertas de una transformación crucial en su ámbito aeroportuario. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) se dispone a formalizar una solicitud para que la gestión de los aeropuertos de Santiago, Vigo y A Coruña sea transferida a la autonomía, defendiendo que esta medida no es un mero capricho, sino una necesidad fundamental para mejorar la planificación y eficacia en un aspecto tan vital para el desarrollo regional.

En declaraciones recientes, Ana Pontón, líder del BNG, enfatizó la importancia de que Galicia tome las riendas de sus infraestructuras aéreas. La dirigente subrayó que la comunidad no puede seguir permitiendo que estas terminales pierdan protagonismo ni depender constantemente de un Madrid que, a su juicio, no está cumpliendo adecuadamente con las necesidades gallegas.

Como parte de esta iniciativa, el Bloque planea introducir una ley orgánica que garantice esta transferencia, con la esperanza de que logre el apoyo unánime de la Cámara. Según Pontón, conseguir este traspaso sería un avance significativo en el camino hacia un mayor autogobierno para Galicia.

El BNG defiende un modelo de gestión descentralizado que permita que estas infraestructuras sirvan mejor a la comunidad gallega y no estén subordinadas a un centro que no comprende del todo sus necesidades. Esta propuesta es, desde su perspectiva, una cuestión de sentido común que podría revitalizar la red aeroportuaria local.

Pontón ha señalado que el control de estos aeropuertos es de vital importancia para Galicia tanto en términos de conectividad internacional como para el impulso de su economía. Criticó el modelo centralista actual que menosprecia el potencial de las instalaciones gallegas y propuso un enfoque más coordinado que priorice las necesidades de la comunidad.

Además, la portavoz nacional del BNG destacó que, según cifras de Aena, las terminales gallegas están muy por debajo de su capacidad máxima, lo que limita su operatividad y crecimiento. En 2024, se proyecta que los aeropuertos gallegos reciban cerca de 5,9 millones de usuarios, dejando entrever un gran margen de mejora.

Pontón también se mostró crítica con las actuales estrategias de coordinación aeroportuaria, afirmando que solo permiten una participación limitada de la Xunta y no facilitan el desarrollo de una estrategia eficaz propia para Galicia. Considera que estas iniciativas son insuficientes y que el tiempo para una solución innovadora ha llegado.

Ante lo que ella considera una falta de acción efectiva, sugiere que es crucial que Galicia asuma una gestión directa de sus aeropuertos, con miras a crear un plan estratégico que no solo mejore la situación actual, sino que también marque un hito en la historia de la comunidad.

Finalmente, subrayó que la transferencia de la gestión aeroportuaria a Galicia tendría profundas repercusiones, permitiendo a la comunidad establecer tarifas, reinvertir los beneficios y poner en marcha un plan que haga frente a las necesidades y oportunidades locales.