En una tarde caótica, el servicio de urgencias del Hospital Clínico de Santiago se vio desbordado por la alta demanda de pacientes, atendiendo a un total de 450 personas. Según denuncia la Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS, esto resultó en la presencia de sillas de ruedas y camillas en los pasillos de acceso, esperando para ser atendidas. La asociación también acusa a la Xerencia del CHUS de vulnerar los derechos a la intimidad y dignidad de los pacientes durante este episodio de saturación.
En un comunicado, la asociación ha expresado que esta situación de colapso, que debería ser considerada excepcional, se está convirtiendo en algo habitual debido a la incapacidad de gestión por parte de la Xerencia del CHUS. Además, afirman que la Xerencia ha hecho caso omiso tanto de las denuncias públicas como de las múltiples reclamaciones presentadas por los pacientes y los requerimientos de Inspección de Trabajo.
Por su parte, fuentes de la Xerencia del área sanitaria de Santiago reconocen el aumento de demanda experimentado el lunes, argumentando que las urgencias del Clínico atendieron a 450 personas, en comparación con la media diaria anterior a la pandemia de 370 personas. Sin embargo, afirman que la situación se está normalizando en el día de hoy.
La Xerencia reconoce que este pico de demanda ralentizó el proceso de ingresos en planta, pero afirma que los pacientes críticos son atendidos de manera inmediata y no tienen que esperar. Además, aseguran que se cumplieron los tiempos asistenciales según los protocolos establecidos y destacan el magnífico trabajo realizado por los profesionales de la salud. La Xerencia también destaca el importante esfuerzo realizado en los últimos dos años para mejorar las urgencias del Clínico, incluyendo la ampliación de espacios, el aumento del personal en un 30 por ciento y la adquisición de nueva tecnología.