El conductor del autobús involucrado en el trágico accidente en Cerdedo-Cotobade, Pontevedra, que resultó en la muerte de siete personas, comparecerá ante el juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra el próximo 9 de noviembre. C.M. enfrenta siete cargos de homicidio por imprudencia.
La declaración del conductor, quien junto con una pasajera fue el único superviviente del accidente, ha sido aplazada en varias ocasiones y ahora está programada para la segunda semana de noviembre, según han confirmado fuentes cercanas al caso consultadas por Europa Press.
El juzgado de instrucción número 1 de Pontevedra está investigando siete posibles delitos de homicidio por imprudencia que se le imputan a C.M., quien era conductor profesional del autobús que se salió de la carretera en el viaducto de Pedre, Cerdedo-Cotobade, en la noche del 24 de diciembre de 2024, y cayó desde una altura de casi 30 metros al río Lérez.
En el accidente fallecieron siete pasajeros, quedando solo dos sobrevivientes: el conductor y una mujer. Después de prestar declaración en la Comandancia de Pontevedra días después del siniestro, C.M. ahora deberá hacerlo ante el juzgado que lleva el caso. La Asociación Gallega de Transporte de Viajeros por Carretera (Galibus) también se ha presentado como acusación popular en este caso.
Los informes periciales elaborados por la Guardia Civil, en poder de las partes involucradas, indican que la causa del accidente fue un exceso de velocidad, aunque también señalan las condiciones meteorológicas adversas de esa noche, cuando Galicia estaba afectada por una severa tormenta.
La defensa del conductor argumenta que las conclusiones del informe de la Guardia Civil no demuestran de manera precisa que la velocidad fue la razón por la cual C.M. perdió el control del autobús, ya que no se menciona a qué velocidad pasó la curva antes de entrar al puente donde ocurrió el accidente. Además, señalan que no se ha recuperado el tacógrafo, por lo que es imposible determinar con exactitud a qué velocidad iba el conductor, quien tenía una amplia experiencia y conocimiento de la ruta. La defensa sostiene que el aquaplaning y el estado de conservación deficiente de la carretera fueron los factores determinantes del trágico suceso.
Por su parte, Galibus está participando en el caso como acusación popular para investigar si el autobús cumplía con los requisitos establecidos en el contrato de adjudicación a la empresa Monbus. Su presidente, Ramón Peillet, ha afirmado que el autocar presentaba varias irregularidades similares a las que han sido documentadas en otros casos. Peillet manifestó que quieren determinar si el accidente podría haberse evitado o sus efectos hubieran sido mitigados si se hubieran cumplido las condiciones establecidas por Monbus en el contrato. Además, señaló que el autobús siniestrado en Cerdedo-Cotobade tenía una matrícula asociada a diferentes adjudicaciones en distintos puntos de Galicia.