Aparte de 'La Distribución' de Díaz, nominada en ficción, el corto 'Memoria', de la actriz gallega Nerea Barros, compite en reportaje
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Ene.
"El cine y el arte generalmente siempre y en todo momento terminan siendo espéculo de lo que ocurre en la sociedad. No acostumbramos a emprender temas de forma consciente; contamos de lo que entendemos, lo que está en nuestra vida. Igual en este momento lo que nos solicita el cuerpo es denunciar, poner de relieve algunos inconvenientes. En otro instante igual el cine o el arte debía probar irreverencia o alegría, pero en este momento igual es el instante de decir: estos inconvenientes están aquí, conque charlemos de esto, ¿no?".
El gallego Pedro Díaz, directivo de 'La Distribución', nominado a los Premios Goya por mejor corto de ficción, piensa en una entrevista concedida a Europa Press sobre la herramienta del cine como arma de demanda. Su obra pone el foco en temas como la soledad, la incomunicación (tecnológica y generacional) o la precariedad laboral.
La demanda --y el origen gallego-- podría ser el vector común de una gran parte de los cortos nominados en esta edición de los premios del cine español. Así, en la sección de corto reportaje, 'Memoria', de la actriz compostelana Nerea Barros, demanda la destrucción del cambio climático, con intereses de tipo económico por medio.
La obra apuntada por Pedro Díaz retrata el día a día de Armando, de 80 años, que vive recluido en su casa por algún trauma que el espectador ignora. Su único contacto con el exterior es mediante un 'rider' que le los pedidos que administra su hijo desde el extranjero, incluyendo un computador portátil que lo cambia todo.
"La iniciativa brotó desde una imagen, que es exactamente la última imagen del corto. Nos capturó por el hecho de que nos producía muchas cuestiones, conque hicimos todo el viaje hacia atrás y nos preguntamos quién era esa persona y como había llegado hasta ahí. Y comenzamos a redactar la historia", cuenta.
Reconoce que llegaron a la trama "del revés de lo que tiende a ser", en tanto que partieron del personaje para entonces crear un razonamiento "natural y orgánico", prácticamente de manera "inconsciente" con temas "que nos tocan a todos" como la soledad. De la soledad que circunda al personaje principal parten, como aristas, otras cuestiones como la salud psicológica, la brecha generacional y la tecnológica, el sistema de cuidados o la economía insuficiente.
De todo ello transporta el peso el personaje interpretado por Ramón Barea, "difícil de crear pero muy incitante" y del que se trabajó hasta los movimientos y la manera de desplazarse. "Eso fue lo que pienso que nos dio todos y cada uno de los matices que termina dando asimismo el personaje del rider", apunta.
Un personaje que "cuenta considerablemente más cosas de las que pensábamos", exactamente por no tener prácticamente información de él. "Muchas personas nos afirmaba que le dejaba mucho más poso, que se preguntaban por qué razón se encontraba solo, por qué ocurre tanto tiempo con esa persona", enseña.
La tercera pata de la historia es un personaje al que no conoce el espectador, el hijo de Armando. "Su soledad asimismo está contada desde la sepa del hijo; una sepa que indudablemente no es por mala relación, sino más bien por la distancia", matiza Díaz, que ten en cuenta que es una situación muy habitual estos días en el momento en que tienes familia lejos de ti. "Tienes un sentimiento prácticamente de culpa por esos cuidados que no puedes ofrecer", dice el gallego afincado en La capital española.
Aun con una trama "fácil", el gusto que Pedro Díaz y su aparato pretendía dejar en el espectador era algo "duradero", "que durara algo mucho más de los 25 minutos que dura el corto" y que invitase a pensar sobre las cosas y la gente que lo cubren.
En esa reflexión juega un papel fundamental la inocencia que lúcida la cinta, causada en parte por el bolero --'Regresa Amor', conformado por Alberto Torres y también interpretado por Zenet-- que Armando procura retener en su cabeza, símbolo de otro tiempo.
"¿Qué hay mucho más triste que un individuo a la que solo le quedan sus recuerdos, comience a olvidarlos? Ese contraste aparte de un hombre árido, que comienza a meterse en la obscuridad de su caverna, contra esa armonía de bolero, muy de sonreír, de bailar con alguien, nos parecía realmente bonito. Al final, la música es el motor sensible de nuestra vida", cuenta.
Conciencias asimismo busca despertar Nerea Barros con 'Memoria', un corto a medio sendero entre la ficción y el reportaje donde demanda la destrucción del cambio climático, con intereses de tipo económico por el medio. Lo hace por medio de la desaparición del Mar de Aral (Uzbekistán), el primer enorme desastre medioambiental de la historia, y a través de la unión entre un abuelo y su nieta.
"Narro el legado de un abuelo a su nieta basado en un mar que ha desaparecido. Un abuelo, viejo pescador, que prosigue extrañando que vuelva ese mar y que su nieta lo vea y debe estar lista, y una nieta que ha nativo de un desierto y no sabe lo que es una ola", explicaba la compostelana a Europa Press.
"Me transporta a mis abuelos --sigue Nerea--. Es un homenaje. Mis abuelos gallegos son los que me han inculcado ese amor a la tierra, el comprensión de la tierra como un equilibrio entre ella y nosotros, que dependemos de ella", arguye.
Barros desea agitar conciencias, pero jamás desde el temor, "sino más bien desde sitios recurrentes" que a los espectadores les deje "comprender" y "empatizar". "Muchas personas me llama y me afirma que es recuerda a sus abuelos, en el momento en que está rodada en un país y una cultura completamente diferente. Eso es, que cada espectador saque las conclusiones o los pensamientos según su filtro y su método".
Para Barros es indispensable intentar contar las cosas desde la hermosura -una de sus "obsesiones" al lado del cambio climático, las mujeres, y la multitud mayor y su legado--. "Aun un espacio como el mar de Aral es precioso. Me agrada contar las cosas desde la hermosura a fin de que lleguen desde ahí, y no desde el temor, el mal o la obscuridad", apunta.
Aunque admite que fue difícil, asimismo halló algo hermoso a lo largo de la pandemia de Covid-19, en el momento en que trabajó de manera voluntaria en una vivienda de mayores en La capital española.
"En esa disparidad apocalíptica comencé a entrever como la naturaleza, con nada que le dábamos, procuraba su rincón. Y otra cosa muy, muy bella que hallé fueron la gente mayores. Debemos pensar sobre lo que pasó y comprender que un individuo mayor es un sabio al que debemos venerar y recurrir para no perdernos; asumir el legado de los que han luchado a fin de que estemos aquí cómodos".
Díaz se expresa en exactamente los mismos términos y resalta que la pandemia "asistió a poner de relieve el tema de la soledad; a apreciar el saludo del vecino que, en el momento en que no lo tienes, lo echas de menos". "Nos hemos proporcionado cuenta de que el ademán de poner un pie en la vivienda del otro era un enorme ademán, que le podía mudar la vida al otro, y pienso que eso pasó un tanto en la pandemia. De repente afirmabas, este ademán me llena considerablemente más el alma de lo que yo pensaba", piensa.
Los 2 cortos tuvieron un largo paseo en festivales --'Memoria' se presentó en el compostelano Curtocircuito y 'La Distribución' participó en Cans, entre otros muchos--, un formato que Pedro Díaz cree que habría que incitar. "Pienso que es un tanto regresar a democratizar el cine. Volver a llevar a las salas de cine un formato que se ajusta a unos tiempos en los que semeja que todo debe ser consumido en diez o 15 minutos. ¿Por qué razón no llevar esas pastillas de cine otra vez a las salas? Merece la pena", afirma.
Al final de su paseo durante más de 40 festivales, 'La Distribución' se ha encontrado con una nominación al Goya a mejor corto de ficción, "un foco de luz sobre el trabajo". "Se te mira con otros ojos o cuando menos se te mira, que es bastante. Hay que trabajar bastante a fin de que tus cortos se vean, aún con una nominación, pero estar ahí es ya un meritazo, más que nada con un conjunto con un nivel tan enorme. Gane quien gane va a ser super justo".