El veredicto, tras 24 h de deliberación, no le reconoce no la afectación suave del previo juicio
LUGO, 7 Mar.
El jurado habitual ha proclamado este martes a Ana Sandamil culpable de matar en el mes de mayo de 2019 a su hija Desirée Leal, de siete años, un acto que, señalan, logró siendo de forma plena siendo consciente de sus actos, pese al trastorno mental que sufre.
Así lo recopila el acta del jurado habitual, que ha leído el representante esta tarde en la Audiencia Provincial de Lugo. Los nueve integrantes del jurado estuvieron deliberando unas 24 h, exactamente el mismo tiempo que, hace un año, pasó elaborando su veredicto el jurado habitual del primer juicio por esta situación, que fue anulado.
El resultado fué muy afín. Las personas que fueron encargadas de investigar los testimonios, pruebas, periciales y diligencias similares con el homicidio de Desirée Leal llegaron a exactamente la misma conclusión que sus compañeros en 2022, que Ana Sandamil era siendo consciente de sus actos en el instante de terminar con la vida de su hija.
Sin embargo, esta vez, no le dieron ni el margen de duda de estimar una afectación suave de sus facultades, como hace 12 meses, si no que han decretado que era absolutamente consciente.
Las facultades mentales de la acusada eran el elemento clave de discusión en un caso así, en el que Fiscalía y acusaciones solicitan para ella prisión persistente revisable y la defensa su ingreso en un centro siquiátrico. El pasado año, el tribunal optó por lo primero.
Sin embargo, en el mes de noviembre, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anulaba el veredicto, y con esto la sentencia, y ordenaba reiterar todo el juicio. Lo hacía por el hecho de que creía que el fallo no argüía eficazmente por qué razón los jurados se habían decantado por decir que Ana Sandamil era siendo consciente de sus actos en el instante del delito.
El caso se remonta a la madrugada del 3 de mayo de 2019, en el momento en que Desirée dormía en cama de su madre. Según ha preciso el jurado habitual, en algún instante de la noche, Ana Sandamil la ahogó ejercitando presión en el cuello y tapando sus vías respiratorias con un cojín. A la mañana siguiente comunicó a la abuela que había 'encontrado' a la pequeña sin vida y simuló un intento de suicidio por el que pasó 4 meses ingresada en psiquiatría del HULA.
Tras el delito, tanto Ana Sandamil como ciertos de sus familiares próximos afirmaron que la mujer pasaba por una situación de agobio a causa de un curso de capacitación que había arrancado en el mes de febrero y que presentaba ciertos síntomas psicóticos, como sensación de persecución y de supervisión o de que varias personas que conocía no eran ellas mismas.
Esta cuestión, que hace aparición reflejada en su ingreso tras el delito, no figura, no obstante, en ninguna de las atenciones por cuestiones siquiátricas que tuvo de antemano, en las que se le advirtió agobio y se le pautó medicación para reposar.
En salón, los siquiatras y psicólogos forenses que la atendieron en el HULA manifestaron que presentaba "síntomas psicóticos" y consideraron que sus facultades estaban perjudicadas, tomando como base las manifestaciones de nuestra Sandamil.
Sin embargo, los forenses que hicieron las periciales de imputabilidad, advirtieron puntuaciones altas en las escalas de simulación y percibieron que se encontraba "exagerando" sus síntomas, entre ellos la amnesia.
Además, si bien certificaron que Ana Sandamil sufre un trastorno de la personalidad grave, los forenses apuntaron en salón que sus teóricos desvaríos, entre ellos el oír voces, no hacían referencia a su hija y, por consiguiente, no tenían relación con el delito. El jurado eligió, nuevamente, por esta segunda versión.
"Justicia, al fin, aguardemos ahora, al fin y al cabo", estas fueron las expresiones del padre de Desirée, José Manuel Leal, tras la lectura del veredicto, claramente feliz, a las puertas de los juzgados de Lugo.
Su letrado, en afirmaciones a los medios, ha complacido la tarea del jurado y el "colosal esfuerzo para motivar" el veredicto y hallar "que no vuelva a pasar lo de la otra vez".
Por su parte, la letrada de la acusación habitual, que ejercita la Fundación Amigos de Galicia, mostró asimismo su satisfacción por el veredicto que, ha señalado, estiman que "está realmente bien fundamentado".