• sábado 1 de abril del 2023
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El mal y la "herida abierta" protagonizan las afirmaciones de las víctimas del Alvia

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Madre y también hija aseguran entre lágrimas, asimismo de la jueza, que ese día han tomado el tren pues era "mucho más veloz, mucho más cómodo y mucho más seguro"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Feb.

El "daño irreparable" que padecen las víctimas del incidente del tren Alvia y sus familiares y la "herida abierta" por el trámite judicial en curso, prácticamente diez años tras la catástrofe, protagonizan este martes el arranque de sus afirmaciones al principio de la etapa que determinará la compromiso civil.

En afirmaciones a los medios antes del comienzo de esta sesión, la primera tras el desenlace de la acción penal del juicio, el gerente de la asociación de perjudicados Apafas, Cristóbal González, aseguró que encara con "desilusión, impaciencia, nerviosismo y desmotivación" esta día. "Tras nueve años, esto hace bastante daño", ha constatado.

Por eso, ha pedido "que terminen próximamente, que no se demore mucho más, pues no les podéis imaginar el daño que causa todo lo mencionado". El desarrollo frente a la justicia es, según ha advertido, "la única herida que queda abierta mientras que esto continúe todavía en curso".

"¿Va a haber sentencia? Por supuesto. ¿Justicia? Lo dudo. Este daño es irreparable", ha insistido. Al respecto, ha denunciado que se trató de "un incidente que se ha podido haber eludido y por la fatalidad de múltiples elementos, múltiples causantes, se ha vivido entre las mayores desgracias que se logren imaginar".

Las 2 primeras en declarar, en calidad de presentes, fueron madre y también hija, que, por videoconferencia, han contado, la primera lo vivido al ir en el Alvia, y la segunda los momentos trágicos hasta el momento en que ha podido ver a su progenitora en el hospital al que había sido trasladada, con "muchas lesiones".

Ambas han testificado, a cuestiones de su letrado, el que representa a Apafas, que la mujer mayor decidió ir en tren en vez de en turismo pues era "mucho más veloz, mucho más cómodo y mucho más seguro".

"No hay dinero que pague el cambio de vida, no hay dinero que pague la impotencia que se siente en el momento en que ves a un individuo sentada donde tú piensas que es la opción mejor a fin de que viaje (...) No hay dinero que te dé algo de paz", ha subrayado la hija, hacia el desenlace de las cuestiones del letrado.

En ese instante, la jueza se ha secado las lágrimas con un pañuelo. "Es la primera y ahora estoy llorando", ha señalado. El juzgado aceptó las afirmaciones de 522 presentes en esta etapa del desarrollo y comparecerán una media de 15 cada día.

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