SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Jul.

Las desapariciones de personas en Galicia han experimentado un aumento del 45% en los últimos doce años, pasando de 743 en 2008 a 1.109 registradas en 2022. Según el Gobierno gallego, esta tendencia se debe al envejecimiento de la población, la dispersión poblacional y el aumento de personas que viven solas. Se espera que estos factores acentúen aún más el problema en los próximos años.

Esto ha sido afirmado por el director general de Emergencias e Interior, Santiago Villanueva, en respuesta a una pregunta formulada por la diputada del PP Ana Belén García Vidal durante la Comisión Institucional celebrada este miércoles.

El responsable del Gobierno gallego ha advertido que el "drama social" de las desapariciones irá en aumento debido a las circunstancias detrás del aumento de las cifras, las cuales se mantendrán e incluso se agudizarán debido al envejecimiento de la población y los efectos de enfermedades como el Alzheimer.

En consecuencia, en 2022 fue necesario activar protocolos para tratar de encontrar a 1.109 personas, en comparación con las 336 de hace 13 años. Tres de cada cuatro alertas recibidas desde 2018 fueron por personas mayores de 60 años.

Santiago Villanueva ha destacado que un gran número de las personas encontradas sin vida se encontraban a una distancia de 3 o 4 kilómetros de su casa o del lugar donde fueron vistos por última vez. Además, las causas de la muerte en muchos casos se debieron a hipotermia, golpes de calor o inanición.

Por lo tanto, ha enfatizado la importancia de seguir desarrollando el sistema de búsqueda de personas, el cual involucra a las fuerzas del orden (Guardia Civil, Policía Nacional o policías locales), personal de emergencias (bomberos, protección civil o la propia Agencia Gallega de Emergencias) y a los vecinos de las localidades que se suman a las búsquedas.

El responsable de Emergencias ha señalado que se está produciendo un "cambio de paradigma" en el modelo de búsqueda de personas con la incorporación de nuevas tecnologías, como el uso de drones que la Axencia Galega de Emerxencias ha implementado desde 2015, y herramientas de geolocalización con inteligencia artificial.

Estos sistemas de geolocalización podrían ser utilizados para el seguimiento de personas en situación de vulnerabilidad, como personas mayores que viven solas o pacientes con Alzheimer. En caso de que abandonen un perímetro preseleccionado, se emitirá una alerta, lo que ayudaría a reducir el tiempo de reacción.

También se está trabajando en la posibilidad de utilizar cámaras térmicas en los drones o equipar estas aeronaves no tripuladas con mecanismos de comunicación con relojes o pulseras capaces de transmitir la geolocalización de la persona que los lleva.