Un nuevo nombre, un viejo problema. El quimiquero que antes conocíamos como 'Blue Star', ahora navega bajo el nombre de 'Blue Bird' tras una serie de eventos que llaman a la reflexión sobre la seguridad en el transporte marítimo.
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 de enero.
El 22 de noviembre de 2019, el 'Blue Star' encalló en las rocas de Punta Miranda, en el municipio de Ares, A Coruña, donde permaneció estancado por un período notable de 17 días. Este incidente se produjo a pesar de dos intentos fallidos de remolque. Recientemente se ha dado a conocer un informe detallado sobre el suceso, donde se analizan factores clave como la “descoordinación” dentro de la tripulación, la pérdida de aceite y el mal mantenimiento del buque.
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) ha hecho públicos los resultados de su investigación, remarcando que la capacidad para proporcionar asistencia inmediata de remolcadores en la zona de fondeo fue gravemente insuficiente.
A pesar de que Salvamento Marítimo actuó de inmediato, movilizando un remolcador desde A Coruña y otro desde Ferrol, ambos llegaron incluso después de que el barco encallase a las 23:40 horas. Es importante señalar que a las 23:58 y 23:59, estos remolcadores aún no pudieron hacer nada por asistir al 'Blue Star'.
Ante esta situación, el informe de la Ciaim recomienda a las Capitanías Marítimas de A Coruña y Ferrol que evalúen la posibilidad de establecer un procedimiento que asegure la gestión del fondeadero en condiciones de meteorología adversa, sugiriendo una presencia puntual de remolcadores en puertos cercanos como Ares o Sada, así como otras medidas pertinentes.
El barco, con una longitud de 128 metros, enfrentó el incidente entre las playas de Barrosa y A Canteira debido a un incendio en su maquinaria. El problema surgió precisamente cuando el buque intentaba salir del fondeadero de Ares para recibir asistencia de un práctico antes de entrar en A Coruña. La avería lo dejó a merced de las condiciones climáticas, en una noche marcada por una alerta naranja que predecía olas de cinco metros y vientos de hasta 100 kilómetros por hora.
Este quimiquero, al que se le solicitaba cargar 6,000 toneladas de productos químicos en la terminal de Repsol de la ciudad herculina, había partido de Bilbao antes de verse envuelto en este complicado incidente.
Después de ser desencallado, el 'Blue Star' fue trasladado a los astilleros de Navantia en Ferrol, donde permaneció hasta marzo de 2020. Posteriormente, emprendió un viaje hacia la ciudad turca de Tuzla, donde se realizaron las necesarias reparaciones, y actualmente navega bajo bandera maltesa con su nuevo nombre de 'Blue Bird'.
El informe de la Ciaim subraya que las causas inmediatas del encallamiento incluyen una fuga de aceite térmico, que provocó un incendio en la cámara de máquinas, así como una falta de coordinación en la activación del sistema de extinción de incendios. La pérdida de propulsión y de suministro eléctrico también contribuyó a la situación, junto con el mal estado del sistema de anclaje y la falta de remolcadores disponibles.
Se desprende de las conclusiones de la investigación que el capitán parecía no estar completamente informado sobre la gravedad de la avería antes de decidir salir del fondeadero. El jefe de máquinas, por su parte, no mostró un conocimiento adecuado del sistema de aceite térmico, lo que agravó la situación. Las deficiencias en los sistemas de mantenimiento y la falta de comunicación efectiva reflejan la necesidad de una revisión crítica de las políticas de seguridad marítima en el buque.
La investigación también indica que se realizaron dos intentos fallidos de remolque unas horas después del encallamiento, lo que llevó a la decisión de retirar 105 toneladas de combustible del buque para prevenir un posible derrame en el mar.
La situación rápidamente captó la atención mediática, convirtiendo a la localidad de Ferrolterra en un foco informativo durante varios días, mientras se llevaban a cabo las labores de limpieza y asistencia.
Para realizar esta tarea crucial, se contrató a la empresa holandesa SMIT Salvage, que desarrolló un ingenioso sistema para transferir el combustible desde la parte trasera a la delantera del barco, utilizando una manguera sostenida por un sistema de tirolina. Se requirió construir una base de hormigón en tierra para facilitar esta operación.
Simultáneamente, dos potentes remolcadores, el 'Boka Pegasus' y el 'Union Princess', se dirigieron hacia la ría de Ares para ayudar en la operación, mientras que el combustible contaminante se trasladaba a camiones cisterna en tierra.
Finalmente, el 10 de diciembre de 2019, justo antes de la pleamar, estos remolcadores comenzaron a ejercer presión sobre el 'Blue Star'. Tras un intenso esfuerzo, lograron desencallar el buque y trasladarlo al puerto exterior de Ferrol, donde pasó la noche antes de ser llevado a un muelle del puerto interior al día siguiente.
Para su posterior traslado a Turquía, se contrató el remolcador 'VB Hispania' del Grupo Boluda, que alcanzó la ciudad de Tuzla el 30 de marzo, completando su travesía de manera exitosa.
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