Ya sobrepasa la área quemada en cualquier año de la última década, excepto 2017
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Ago.
Galicia amontona unas 43.400 hectáreas quemadas entre los meses de julio y agosto, con base en los datos aportados por la Consellería de Medio Rural --que comunica de los fuegos superiores a 20 hectáreas--.
De este modo, el mes de agosto se cierra con unas 9.400 hectáreas ardidas en la red social gallega, lo que suma a las 34.000 carbonizadas en la segunda quincena de julio.
Esta cifra ahora sobrepasa la área asolada en cualquier año de la última década, excepto 2017, ejercicio en el que se calcinaron mucho más de 62.000 hectáreas en su grupo.
A modo de ejemplo, estas 43.400 hectáreas suponen mucho más que lo que se quemó en los últimos 4 años juntos: 2021 (4.403 hectáreas), 2020 (14.805,9 hectáreas), 2019 (6.835,5 hectáreas) y 2018 (2.600 hectáreas).
Así, concluye agosto con tres fuegos todavía sin extinguir en la provincia de Ourense, que suman 277 hectáreas: Oímbra (140 hectáreas), Melón (75 hectáreas) y Cenlle (62 hectáreas).
El 12 de agosto, mucho más de una semana una vez que comenzase en la parroquia de Cures, quedó extinguido el fuego de Boiro, en la comarca de O Barbanza (A Coruña). Las hectáreas asoladas por este fuego forestal se levantan a 2.200, de las que 607 eran monte arbolado y las 1.593 sobrantes de monte raso.
El fuego de Boiro, que es el mayor de los registrados a lo largo del mes de agosto en la red social gallega en lo relativo a área perjudicada, provocó la activación de la alarma por cercanía a casas y desalojos, quemó el monte de A Curota y se extendió a los ayuntamientos de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.
El siguiente fuego de mayores dimensiones en el mes de agosto fue el de Laza, iniciado en la parroquia de Camba y que se unió con el de Chandrexa de Queixa, con 2.cien hectáreas quemadas entre el diez y el 17 de agosto. Este incendio forzó a encender la semana pasada un Situación 2, alarma por cercanía a viviendas, en el núcleo de As Taboazas.
Otros fuegos extinguidos en el mes de agosto fueron: O Irixo (680 hectáreas), Lobeira (625 hectáreas y afectación a O Xurés), Verín (600 hectáreas), Caldas de Reis (450 hectáreas), Carballeda de Valdeorras (440 hectáreas) Ponte Caldelas (380 hectáreas), A Mezquita (224 hectáreas), Castrelo do Val (173,2 hectáreas), Maceda (120 hectáreas),
Viana do Bolo (114,4), As Pontes (2 fuegos de 109 y 60 hectáreas), Boborás (99,4 hectáreas), Riós (94,1 hectáreas), Oímbra (88,8 hectáreas), Arbo (82 hectáreas), A Gudiña (76,5 hectáreas).
La lista de los extinguidos en el mes de agosto se completa con: Porto do Son (80 hectáreas), Calvos de Randín (50 hectáreas), Pantón (35,9 hectáreas) Ribas de Sil (47 hectáreas), Moaña (23 hectáreas), Ponteareas (21 hectáreas), A Pobra de Trives (12,3), San Xoán de Río (8,2 hectáreas) y Ames (6 hectáreas).
Entre otros extinguidos están el del concejo de Monfero (A Coruña), parroquia de Queixeiro, que puso bajo riesgo la superficie protegida de las Fragas do Eume, más allá de que se apagó tras abrasar solo 0,01 hectáreas de monte arbolado. También ardieron 0,21 hectáreas en Vilariño de Conso, con afectación al Parque Natural do Invernadeiro.
Estos incendios se aúnan a las mucho más de 34.000 hectáreas que ardieron en la segunda quincena de julio, eminentemente a causa de las tormentas secas del 14 de julio, en el momento en que rayos provocaron cincuenta de incendios. Aquí, se tienen dentro los 2 mayores fuegos en la crónica de Galicia desde el instante en que hay registros: O Courel (Lugo) --11.cien hectáreas-- y Valdeorras (Ourense) --diez.500 hectáreas--.