VIGO, 8 Ago.
Galicia registró un mes de julio "muy seco" en lo relativo a las precipitaciones y "increíblemente caluroso" en lo que se refiere a las temperaturas, con una ola de calor histórica entre los días 11 y 15, según concluye el progreso del último informe climatológico de MeteoGalicia.
Con datos recogidos en las 11 estaciones meteorológicas representativas de la Comunidad, la anomalía media de la temperatura del mes pasado fue 2,7 grados centígrados. En este sentido, las temperaturas máximas fueron de media 3,9 grados superiores a lo frecuente, al paso que las mínimas estuvieron 1,54 grados por arriba. "Tanto en las máximas como en las medias la anomalía en el mes de julio fue la mucho más elevada de la serie desde 1981", ha asegurado la Xunta en un aviso.
En preciso, el valor medio de las temperaturas máximas fue de 28,1 grados, registrándose las mucho más altas en las riberas del Sil, en el Miño ourensano y en la comarca de Verín, con cantidades próximas a los 36 grados. Por el opuesto, los valores mucho más bajos se brindaron en la Mariña lugués y en la comarca de Ortegal, con datos próximos a los 18,9 grados.
En cuanto a las temperaturas mínimas, el valor medio de toda Galicia fue de 14,6 grados, registrándose los mucho más bajos en la comarca de A Limia, con 8,4 grados, y los mucho más altos al sur de la provincia de Pontevedra, donde en las localidades de O Condado y en la comarca de Vigo llegaron a los 18,9 grados.
En el apartado de precipitaciones, en el mes de julio se registró un 66% menos que la media del valor climático habitual, con un reparto "muy dispar". Las mucho más esenciales se generaron a lo largo de la mañana del día 3 y en la tarde-noche del 14, pero no dañaron por igual a toda la Comunidad.
"Ciertos sitios han quedado con precipitaciones muy pocas o mismo nulas y otros puntos se aproximaron a la normalidad o aun fueron húmedos", explicó la Xunta, que ha señalado a Vigo y a O Condado como zonas en las que no se han registrado lluvias el mes pasado.
"La enorme anomalía efectiva en las temperaturas y la escasez de precipitaciones tienen su explicación en las altas presiones, que fueron predominantes a lo largo de el mes pasado, impidiendo la llegada de influencias atlánticas y allegando masas de aire muy caluroso procedentes del norte de África y del sur de la península Ibérica", han añadido desde la Consellería de Medio Ambiente del Gobierno gallego.