SANTIAGO DE COMPOSTELA, diez Sep.
El verano climatológico de 2022 en Galicia fué "increíblemente" caluroso en lo relativo a las temperaturas, con los valores medios mucho más altos de la serie histórica.
A este cómputo, anunciado por el Gobierno gallego en un aviso, ha contribuido en especial el mes de julio, marcado por múltiples capítulos de calor radical.
Así se concluye en el resumen del informe climatológico de Meteogalicia sobre el último período de tres meses, elaborado desde los datos recogidos en las estaciones mucho más representativas de la Comunidad y sabiendo su evolución a lo largo del periodo de referencia 1981-2010.
Las temperaturas marcaron registros históricos, en especial a lo largo de julio. La media en el grupo del intérvalo de tiempo se situó en 20,7 grados, o sea, 1,6 grados sobre lo frecuente. La estación climatológica terminó registrando en su grupo las temperaturas medias y máximas mucho más altas de toda la serie histórica.
Por meses, julio fue increíblemente caluroso y la temperatura media alcanzó los 22,4 grados, con una anomalía de 2,7 grados respecto a los valores históricos registrados en las estaciones meteorológicas mucho más representativas de la Comunidad.
Agosto se sostuvo en esta línea gracias a la persistencia de las ocasiones anticiclónicas, "siendo en su grupo un periodo de tiempo muy caluroso".
El único mes que se desmarcó de esta tónica general fue el de junio, marcado por una enorme variabilidad de ocasiones meteorológicas y los contrastes entre jornadas increíblemente cálidas y secas con un principio y un final de mes con predominio de temperaturas frías, con lo que al final resultó ser un periodo de tiempo habitual.
Por áreas geográficas, los termómetros presentaron algunas diferencias. Así, mientras que la media gallega se situó en los 20,7 grados, en el macizo ourensano de Manzaneda y en la sierra de O Xistral se asentaron los valores mucho más bajos, cerca de los 14,7 grados. En las riberas del río Sil, los termómetros alcanzaron una media de 24 grados.
En lo relacionado a la lluvia, la Comunidad vivió en su grupo un período de tres meses en la normalidad. Las precipitaciones medias para las 16 estaciones meteorológicas de referencia fueron de 117 litros por metro cuadrado, solo un 2% mucho más de lo que se espera para este periodo de tiempo, con lo que el verano se considera, en su grupo, habitual.
Junio fue el único mes del periodo de tiempo caracterizado como húmedo por las lluvias registradas a lo largo de la primera semana y los últimos diez días. De hecho, el cómputo por mes fue de 86 l/m 2 , lo que quiere decir que llovió un 78% mucho más de lo sosprechado, atendiendo a los datos históricos de referencia.
A partir de junio, la situación cambió, en tanto que prevaleció el tiempo anticiclónico. Esto logró que las lluvias registradas fueran pocas, con un déficit pluviométrico de un 66% respecto de lo común.
El verano climatolófico concluyó con un agosto seco, en el que se matuvo la tónica del mes previo, con una anomalía de las precipitaciones aguardadas para esta época del año de un 39%.
El reparto de la lluvia registrada a lo largo de todo el período de tres meses no fue homogéneo en el grupo de la Comunidad. Así, los valores mucho más altos se concentraron de forma local en la Mariña occidental, con prácticamente 340 l/m 2 amontonados entre junio y agosto.
Por el opuesto, los registros mucho más bajos se concentraron en una gran parte de las provincias de Ourense y Pontevedra, tal como en las regiones coruñesas de Bergantiños y Terra de Soneira, donde solamente se recogieron 50 l/m 2 .