Gobierno rinde homenaje en Madrid a los 21 represaliados franquistas, incluyendo a Alexandre Bóveda.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha dado a conocer su ambicioso plan para conmemorar el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, propuesta que comprende la realización de alrededor de un centenar de eventos a lo largo del año 2025. Este esfuerzo se enmarca dentro de la campaña titulada 'España en libertad', un lema que intenta reflejar la transformación sociopolítica que ha vivido el país en las últimas décadas.
El anuncio se produjo en un acto celebrado en Madrid, donde además se rindió homenaje a varios personajes históricos que sufrieron la represión durante la dictadura franquista. Entre ellos se destacó a Alexandre Bóveda, un relevante político gallego ejecutado en 1936, cuyo legado fue recordado por su hija, Amalia Bóveda, quien recibió un certificado de reparación de manos de Sánchez.
Sánchez subrayó la creación de un Alto Comisionado, así como un comité científico de expertos, con la finalidad de coordinar estos actos y asegurar la colaboración entre distintas administraciones. El objetivo declarado de este extenso programa es poner en valor el progreso que ha tenido España desde el final de la dictadura, al tiempo que se homenajea a aquellos colectivos y personas que contribuyeron a la democracia.
El presidente también celebró los logros alcanzados desde la implementación de la Ley de Memoria Democrática, subrayando que se están dando pasos firmes hacia la disolución de la Fundación Francisco Franco. Según sus palabras, “en una democracia como la nuestra, no hay tirano cuya obra merezca ser ensalzada”, enfatizando así un mensaje de rechazo hacia cualquier glorificación del franquismo.
Parte de los logros de la ley incluyen la exhumación de más de 5,600 cuerpos y la tramitación de 637 declaraciones de reconocimiento y reparación personal. Asimismo, se han "resignificado" 15 lugares de memoria, fenómeno que se ha vuelto un tema relevante en la agenda política española.
El presidente remarcó que, gracias a esta normativa, más de 300,000 descendientes de exiliados podrán obtener la nacionalidad española, lo que considera un acto de justicia histórica hacia aquellos que fueron forzados a abandonar su hogar en el pasado.
Sin embargo, Sánchez también hizo hincapié en que aunque la democracia ha prevalecido, "la victoria nunca es definitiva", alertando sobre el riesgo de una posible involución autoritaria. A este respecto, criticó los discursos que reivindican la dictadura, refiriéndose a comentarios recientes de un diputado de Vox, quien describió el periodo franquista como uno de reconstrucción y reconciliación nacional.
El presidente del Gobierno no escatimó en cargar contra las leyes de "concordia" aprobadas en diversas comunidades autónomas, impugnando la idea de que se puede alcanzar una verdadera reconciliación si se equiparan las víctimas con sus verdugos, o si se perpetúan falsedades históricas.
Durante el homenaje, se recordó a una veintena de figuras que fueron perseguidas durante la dictadura, entre ellas el poeta Miguel Hernández, quien murió en prisión, y la filósofa María Zambrano, exiliada tras la guerra civil. También se rindió tributo a otros destacados personajes, como Blas de Infante, María Egea, y Julián Zugazagoitia, quien fue arrestado por la Gestapo y finalmente fusilado.
Además, se recordó la trágica historia de personas como Carmen Hombre Ponzoa, ejecutada mientras estaba embarazada, y Enrique Ruano Casanova, un estudiante torturado cuya muerte se convirtió en símbolo de la resistencia estudiantil. La lista de homenajeados subraya las vivencias de quienes sufrieron en el marco de la represión franquista, y cuyas historias siguen resonando en el contexto actual de la política española.
La figura de Vicente Aleixandre, poeta de la Generación del 27, también tuvo su reconocimiento, así como Joaquín Amigo, asesinado en circunstancias trágicas durante los primeros días de la guerra. La jornada de homenajes revela una gran amplitud de relatos de sufrimiento que aún marcan la memoria colectiva de España.
Al cierre del acto, Sánchez reiteró su compromiso con la memoria histórica y la justicia, proponiendo que los eventos previstos para el 2025 no solo sirvan para recordar el pasado, sino también para fomentar un futuro de convivencia y fortalecimiento democrático en el país.
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