El tribunal de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado una sentencia condenando a un hombre a 17 años de prisión por agresión sexual a una menor y lesiones, cometidos contra la hija de su pareja cuando era menor de edad.
Según la sentencia, los hechos se produjeron desde que la niña tenía 8 años y vivía con el acusado, quien era pareja de su madre. Durante una década, el hombre realizaba actos sexuales con la menor sin su consentimiento, llegando incluso a obligarla a hacerle felaciones y penetrarla vaginalmente.
Las agresiones se producían de manera habitual, incluso en la casa de los abuelos maternos de la menor, donde pasaban fines de semana y vacaciones. A partir de que la niña cumplió los 13 ó 14 años, el acusado la coaccionaba para que no revelara los abusos.
La víctima decidió denunciar cuando cumplió 18 años, al descubrir que el acusado había enviado fotos de su pene a su prima. Como consecuencia de los abusos, la joven sufrió un trastorno de estrés postraumático y tuvo intentos de suicidio.
La Audiencia valoró la declaración de la víctima como creíble y coherente, y los informes psicológicos confirmaron los síntomas de agresión sexual continuada. Los médicos forenses también respaldaron la versión de la joven, estableciendo la compatibilidad de los síntomas con los abusos.
El acusado fue condenado a 17 años de prisión, la prohibición de acercarse a la víctima, la inhabilitación para ejercer la patria potestad o trabajar con menores, y la libertad vigilada. Además, deberá pagar una indemnización de 9.900 euros por la lesión psíquica y 50.000 euros por las secuelas de la víctima.
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