Crónica Galicia.

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Hombre condenado a casi seis años por exigir sexo a su pareja para salir de casa

Hombre condenado a casi seis años por exigir sexo a su pareja para salir de casa

La Audiencia de Lugo considera como atenuante una alteración psíquica del acusado debido a su inteligencia límite

LUGO, 10 Junio.

La Audiencia Provincial de Lugo ha emitido un veredicto condenando a un hombre de 40 años, residente de una aldea en Meira (Lugo), a cinco años y nueve meses de prisión por abusos sexuales repetidos a su expareja, incluso durante el periodo de cuarentena posparto.

Durante el juicio, la mujer acusó al hombre de intentar coaccionarla durante años, declarando que la obligaba a tener relaciones sexuales diarias a cambio de permitirle salir de casa con su hijo y tener vida social.

Ella explicó entre lágrimas, "Él intentaba forzarme todas las noches, constantemente. Incluso frente a nuestro hijo o poco después de dar a luz. Me trataba como un objeto sexual". La Fiscalía solicitaba una pena de 15 años, pero finalmente fue condenado a casi seis.

El acusado ha sido encontrado culpable de un delito de abuso sexual por penetración sin consentimiento, un delito continuado de abuso sexual con agravante de parentesco y atenuante de alteración psíquica, y un delito de maltrato doméstico, también con la atenuante de alteración psíquica.

Además, se le ha prohibido acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su residencia, lugar de trabajo u otros sitios frecuentados por ella, así como comunicarse con ella durante siete años y nueve meses. También se le impuso libertad vigilada por el mismo periodo y el pago de una multa de 3.780 euros, junto con una indemnización de 10.000 euros por responsabilidad civil.

El tribunal determinó que en 2016, durante la cuarentena posparto, el acusado violó a su pareja sin su consentimiento. Además, se comprobó que realizaba tocamientos no consentidos a la víctima todas las noches en la cama, así como en presencia de familiares o amigos de la pareja, tanto dentro como fuera del hogar.

La Sala concluyó que el acusado tiene una inteligencia límite y escasa formación, lo que limita sus capacidades cognitivas. Los jueces destacaron que el testimonio de la víctima fue persistente y consistente a lo largo del proceso, respaldado por corroboraciones periféricas que refuerzan su testimonio.