El regidor municipal de Ourense ha tomado la decisión de relevar de su cargo al interventor municipal, desestimando el informe emitido por la Dirección General de Estabilidad Presupuestaria y Gestión Financiera Territorial, perteneciente al Ministerio de Hacienda.

Según el informe, el interventor general municipal fue designado mediante concurso, por lo que "se entiende que no procede la tramitación de un expediente de cese por parte del Ayuntamiento".

Contra todo pronóstico, Jácome ha procedido a destituir al interventor en una decisión sin precedentes a nivel nacional. En diciembre, el alcalde advirtió al interventor sobre la apertura de un expediente de cese, y ahora ha hecho efectiva esta medida en la misma semana en la que se ha llevado a cabo la audiencia por la denuncia de presunto "acoso laboral" interpuesta por el interventor municipal en contra del regidor.

Esta no es la primera vez que el alcalde cesa a un funcionario municipal de habilitación nacional, ya que anteriormente destituyó a la tesorera del ayuntamiento, a la que nombró viceinterventora.

Las reacciones dentro de la corporación municipal no se han hecho esperar, siendo los socialistas los primeros en pronunciarse. Desde el PSOE afirman que esta acción es una distracción ante la delicada situación de los servicios sociales y la extrema inestabilidad presupuestaria, lo que pone en riesgo el pago de los salarios de los trabajadores públicos en el presente año.

Por otro lado, el grupo municipal del Partido Popular ha advertido que la destitución del funcionario empeorará aún más la crisis económica del Ayuntamiento. Acusan al alcalde de alardear en redes sociales sobre supuestas mejoras en la ciudad mientras la situación financiera es crítica.

En cuanto al Bloque Nacionalista Galego, han relacionado los ceses de los máximos responsables de fiscalización económica municipal con la supuesta falta de transparencia del gobierno local. Consideran que estas destituciones buscan evitar que se cuestionen los incumplimientos de la legalidad en la administración pública y ocultar la grave situación económica de la ciudad.