Atribuye el incidente a una "desatención prolongada" que era "impensable" ya que tenía "tiempo" para "corregir" su fallo
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Ene.
El perito Antonio Puyol, que efectuó una investigación para Abogacía del Estado (que representa a Adif) sobre el incidente del tren Alvia ocurrido en Angrois (Santiago) en el mes de julio de 2013, aseguró que el maquinista es un profesional "bien comprado" y el sistema necesita que esté "presente y consciente" y no "leyendo la prensa".
En su comparecencia en el juicio para saber las causas de la catástrofe, que supuso 80 muertes y 140 heridos, Puyol ha ratificado su informe y ha atribuido el siniestro a una "desatención prolongada" del maquinista, Francisco Garzón, procesado en la causa al lado del exdirector de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte.
"No se podía meditar que un maquinista podía estar tanto tiempo desatendiendo su tarea", ha aseverado, a las cuestiones del letrado del Estado, que han conducido a una conclusión final: era "increíble" que el descarrilamiento, a su juicio, se pudiera generar, pero si se materializó fue por una "desatención prolongada" de la "compromiso" del maquinista.
En este sentido, ha asegurado que "antes" del incidente "no se podía realizar nada" para resguardar el peligro de ingresar en la curva con un exceso de agilidad, pero ha aceptado que "después se ha dicho, bueno, hay que llevar a cabo algo a fin de que esto no vuelva a suceder".
Así, Adif "determinó que en el momento en que había un salto de agilidad esencial, que se llama cambio importante de agilidad, entonces había que señalizarlo de manera diferente y avisar al maquinista de esto, y, además de esto, si era viable, ponerle una baliza". "Pero ahora del incidente; lamentablemente no antes, pues no brotó", ha resuelto.
Previamente, este experto, que dirige la compañía Airtren, que tiene entre sus clientes del servicio a nuestra Adif, ha expuesto la proposición de que el maquinista tuvo "margen" de "tiempo" para "corregir" su fallo.
De hecho, ha apuntado a la duración de la llamada que recibió del interventor al teléfono corporativo y dijo que "no los cien segundos, pero sí del orden de los 80-90 segundos". "No los ha usado para corregir ese fallo y mira que tenía impactos visuales, unos 20, para haber reconocido y reubicarse y utilizar", ha esgrimido.
En esta línea, ahora, a cuestiones del fiscal, ha insistido en que el riesgo "no brotó" ya que "la pericia de los maquinistas lo que hizo a lo largo de toda la vida es supervisar esa situación". Además, ha apuntado a 2 gadgets para "poder supervisar el tren", por el freno de urgencia y la seta. Eso, según ha sostenido, en otras oportunidades, "ha paliado el peligro de sobrevelocidad".
"El interrogante es de qué forma no se valora como peligro ese salto de agilidad que solo pasa a ser controlado por el maquinista", le ha soltado el gerente del Ministerio Público. "Todo el planeta comprende que el maquinista... Además es que el maquinista ha recibido las aclaraciones", ha replicado el compareciente.
"Me llama la atención que el sistema controle la agilidad y que en un punto preciso que se ve que hay ese salto de agilidad, y podría llegarse a la conclusión de forma fácil de que nos encontramos en un punto de peligro, que no implementemos medidas para eludir el viable fallo", ha proseguido Fiscalía. "Ese peligro fue analizado por Renfe que es el operador de la línea", respondió el perito.
(Va a haber ampliación)