Crónica Galicia.

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Jurado halla culpable de asesinato al acusado del crimen de Velle, quien actuó con plena conciencia.

Jurado halla culpable de asesinato al acusado del crimen de Velle, quien actuó con plena conciencia.

Con elementos atenuantes por trastorno mental

OURENSE, 21 Nov.

Un tribunal popular compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres ha llegado a un veredicto unánime en el caso del crimen de Velle, en Ourense, calificando al acusado como culpable de asesinato consumado y de tentativa de asesinato. El jurado ha dedicado menos de doce horas a deliberar antes de emitir su decisión sobre el caso.

La portavoz del tribunal ha comunicado el veredicto, que se alinea con las acusaciones de la Fiscalía, la cual había solicitado una condena de 24 años de prisión. Sin embargo, el jurado ha considerado que la esquizofrenia paranoide que padece el acusado actuaba como atenuante en este caso, aunque también afirmaron que el acusado "sabía lo que hacía" en el momento de los hechos.

Tras el veredicto, la representante del Ministerio Público ha decidido modificar su solicitud, aumentando la pena solicitada para los distintos cargos. En este sentido, mantienen los 17 años de prisión por el asesinato, mientras que la pena por la tentativa de asesinato del único sobreviviente ha aumentado de 7 a 7 años y 6 meses.

El jurado ha considerado probado que el acusado abandonó su domicilio con el propósito de acabar con la vida de su primo y su pareja. Para llevar a cabo su plan, tomó un cuchillo de su hogar y le comunicó a su madre que iba a "matar conejos", cerrando la puerta tras de sí.

Al llegar a la vivienda de su primo y su novia, gritó para que le abrieran la puerta. Cuando su primo la abrió, el acusado se lanzó sobre él, exclamando "os voy a matar" y comenzó a apuñalarle repetidamente en diversas partes del cuerpo.

En medio de esta agresión, la joven apareció en escena, rogándole al acusado que detuviera el ataque, ya que su pareja "ya está muerto". No solo no frena su actuación, sino que arremetió contra ella, asestándole dos cuchilladas profundas en el cuello y en el tórax, además de múltiples cortes por todas partes del cuerpo que causaron una grave hemorragia, resultando en su muerte, tal como se ha determinado en el veredicto.

Asimismo, el tribunal ha constatado que, tras cometer el crimen, el acusado desechó el cuchillo arrojándolo a un terreno cercano antes de regresar a su hogar, un galpón en una finca adyacente. Al regresar, desactivó la alarma de seguridad, se disculpó con su madre y se cambió de ropa antes de meterse en la cama.

Durante esos momentos críticos, Álvaro, el sobreviviente herido, logró arrastrarse hasta un teléfono para llamar a su padre. En su desesperación, incluso escribió con su propia sangre el nombre del acusado en el suelo, temiendo no sobrevivir a sus heridas.

Todo el relato ha sido confirmado por unanimidad por el jurado popular, sustentándose en la declaración del propio superviviente, quien fue fundamental para esclarecer los acontecimientos, enfatizando la rapidez y la naturaleza nocturna del ataque.

Para los miembros del jurado, el acusado "sabía lo que hacía" y, a pesar de su esquizofrenia paranoide, entendía las repercusiones de sus actos. Esta conclusión se basa en las declaraciones de los forenses durante el juicio, que confirmaron que, aunque el acusado tenía la capacidad de entender y actuar, su estado mental limitaba levemente esta capacidad.

El tribunal, sin embargo, ha desechado la idea de ensañamiento, un argumento sostenido por las acusaciones particulares en representación de la familia de la víctima y del sobreviviente. La mayoría del jurado, con un voto de ocho contra uno, basó su apreciación en los informes forenses que proporcionaron su análisis sobre el caso.

Además, el jurado se opuso a la posibilidad de conceder un indulto en caso de que se solicitara, así como a la suspensión de la ejecución de la pena, si se presentaran los requisitos legales para ello.

Con la lectura del veredicto y el aumento de la pena solicitado por la Fiscalía, las acusaciones particulares han mantenido sus demandas originales. El abogado de la familia de la joven fallecida está solicitando 20 años de prisión por el asesinato, además de 10 años adicionales de libertad vigilada y orden de alejamiento. Por su parte, la abogada del sobreviviente ha requerido 15 años de prisión por la tentativa de asesinato.

La defensa, en cambio, ha solicitado las penas mínimas para ambos delitos, argumentando el atenuante del trastorno mental del acusado. En este momento, el juicio ha quedado visto para sentencia.