La fragata española, Álvaro de Bazán, ha finalizado su despliegue de más de cuatro meses con la OTAN en aguas del Mar Báltico y Atlántico Norte. El barco ha permanecido integrando en la agrupación permanente número 1 de la OTAN, donde han realizado tareas de seguridad marítima y apoyo a la seguridad de los países ribereños del Báltico. El atraque del barco militar en el muelle número 4 del Arsenal militar de Ferrol, su base, ha sido presenciado por decenas de familiares y allegados de las tropas.
El comandante del buque, el capitán de fragata Jesús Viñas Barciela, ha enfatizado que la dotación ha estado compuesta "por una media de 219 hombres y mujeres" y que este es un despliegue especial desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, lo que muestra el compromiso y solidaridad de España con los países aliados. Además, ha destacado las "capacidades" del buque diseñado y construido por españoles desde un papel en blanco, que ha llamado la atención no solo del almirante alemán que ha mandado esta agrupación, sino también de almirantes estadounidenses.
La fragata Álvaro de Bazán ha participado en la operación Brilliant Shield, que lleva en vigor un año después de la invasión de Rusia a Ucrania. El comandante ha resaltado que se han preparado exhaustivamente para el despliegue y para cumplir con los altos estándares exigidos por la Armada para que un buque de la 31ª Escuadrilla de Superficie pueda operar en la OTAN.
Por otra parte, esta ha sido la despedida de Jesús Viñas como comandante del buque después de dos intensos años, en los que se han preparado tanto para el despliegue como para mantener los altos estándares de la Armada. Este viernes, abandona la fragata construida en Ferrol para ocuparse de la agrupación de buques con base en la ciudad naval. A pesar de sentir un "sabor agridulce", el comandante ha afirmado que la dotación ha hecho una labor fantástica operando y manteniendo cientos de sistemas integrados en una plataforma muy capaz.