Los resultados de la autopsia han sido entregados, y los presuntos culpables habrían confesado su implicación en el caso, según reportes provenientes de la prensa local.

MADRID, 4 de septiembre.

La Policía de Indonesia ha revelado que el cadáver de Matilde Muñoz, una española de 72 años que había estado desaparecida en la isla de Lombok desde el 2 de julio, fue manipulado en al menos cuatro ocasiones por los presuntos homicidas, quienes son dos trabajadores del hotel donde se hospedaba. Los medios locales informan que dichos empleados han admitido su participación en el crimen.

La indagación sigue su curso mientras se esperan los resultados de la autopsia realizada en el Hospital Bhayangkara Mataram, de acuerdo con un informe del diario 'Kompas', que cita al jefe de la Unidad de Investigación Criminal en Lombok Occidental.

Según detalla el informativo 'Detik Bali', las investigaciones han señalado que el asesinato, supuestamente perpetrado por los empleados del hotel donde Matilde se alojaba, ocurrió el 2 de julio, y que su cuerpo fue ocultado en la sala de generadores del establecimiento durante un periodo de cuatro días.

Posteriormente, los acusados trasladaron el cadáver hacia la parte trasera del hotel, donde permaneció oculto durante varias semanas. En agosto, movieron el cuerpo a un terreno baldío cercano en un aparente intento por dificultar la pesquisa policial, que ya había comenzado a investigar la desaparición de Muñoz.

Finalmente, los supuestos asesinos llevaron los restos de la víctima a una playa cercana, donde los enterraron, y fue allí donde el cadáver de Matilde fue descubierto a finales de agosto.

Matilde, originaria de Galicia y residente en Baleares, cesó toda comunicación con amigos y familiares a principios de julio, algo que encendió las alarmas en su círculo cercano.

Fue vista por última vez en las inmediaciones del hotel Bumi Aditya, en la playa de Senggigi, donde había pagado por 20 noches de hospedaje por adelantado, según lo que informó Ignacio Vilariño, portavoz de la familia, a Europa Press.

Días después de su desaparición, se envió un mensaje desde el teléfono de Matilde a una empleada del hotel, pero el texto incluía errores ortográficos que no eran característicos de ella y mencionaba un viaje a Laos, un evento que nunca sucedió. La familia interpretó este mensaje como una coartada de los presuntos criminales o sus cómplices, quienes podrían haberlo redactado.

Fue en ese momento que los seres queridos de Matilde comenzaron a considerar la posibilidad de que hubiera sido víctima de un acto delictivo.