El alcalde de Mondoñedo, Manuel Ángel Otero, ha hecho un llamado a favor del diálogo y la paz en un momento de muchos conflictos bélicos y sociales.

LUGO, 9 Jun. - La Catedral de Lugo ha sido el escenario de la tradicional Ofrenda al Antiguo Reino de Galicia, con la participación de representantes de las siete capitales de las provincias históricas. Esta celebración ha sido reconocida como bien de interés cultural (BIC) por primera vez, luego de que se publicara el inicio del procedimiento en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el viernes pasado.

A Coruña, Betanzos, Mondoñedo, Ourense, Santiago de Compostela, Tui y Lugo se han unido en un espíritu fraternal para conmemorar una cita con más de 350 años de historia, que ha trascendido lo meramente religioso, según destacó la alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos.

Además de la alcaldesa, en la celebración han participado el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José López Campos, y el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, junto con representantes de diversas instituciones y sectores de la sociedad.

Manuel Ángel Otero, alcalde de Mondoñedo, fue el encargado de llevar a cabo la Ofrenda, contando con la participación destacada del obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos.

El conselleiro ha resaltado la importancia de este evento tradicional al contar con la máxima protección como BIC de patrimonio inmaterial, subrayando que el inicio del proceso de tramitación ya le otorga esa tutela.

Según López Campos, esta celebración es una manifestación destacada de la Comunidad que evoca la entidad política histórica de Galicia, siendo un hecho único que refleja la unión del pueblo gallego.

Paula Alvarellos agradeció a las otras seis antiguas capitales por su implicación en la Ofrenda al Santísimo Sacramento, considerándola como una parte relevante e indisociable de la historia de Galicia y una oportunidad de hermandad entre los gallegos.

La alcaldesa señaló que la catalogación de la Ofrenda como BIC servirá para proteger el patrimonio inmaterial y consolidar a Lugo como referente turístico por su riqueza histórica y patrimonial.

Manuel Ángel Otero, en su papel de encargado de la Ofrenda, hizo un llamado por la cohesión social, el diálogo como motor y la paz como objetivo en un contexto de múltiples conflictos bélicos y sociales.

Tras el acto en el Ayuntamiento de Lugo, las corporaciones de esta ciudad y Mondoñedo, junto con otras autoridades, se dirigieron a la Catedral para la misa solemne y la Ofrenda, seguidas de una procesión en la Praza Maior y finalizando en la Basílica.

El presidente de la Diputación destacó el valor histórico y religioso de esta ceremonia, que se celebra siempre el domingo después del Corpus Christi, originada por las dificultades económicas de la Catedral de Lugo hace más de tres siglos para mantener la iluminación del altar mayor.