La Xunta aprueba la explotación de una mina a cielo abierto de 1.000 hectáreas para la extracción de cuarzo en Ordes.
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 de octubre.
La Xunta de Galicia ha dado luz verde a la declaración de impacto ambiental para un ambicioso proyecto de extracción de cuarzo que la empresa Erimsa planea llevar a cabo en una mina a cielo abierto de 1.000 hectáreas en la comarca de Ordes, en A Coruña. Este anuncio se formalizó recientemente en el Diario Oficial de Galicia.
En el comunicado oficial, se establece que el nuevo yacimiento minero, que abarcará los municipios de Frades, Mesía, Ordes y Oroso, es considerado "ambientalmente viable" bajo la condición de que se respeten todos los requisitos y se mantenga un monitoreo ambiental adecuado durante la explotación.
La autorización se otorga tras recibir 177 alegaciones de diferentes entidades y ciudadanos que han expresado sus preocupaciones sobre el impacto medioambiental del proyecto. La Consellería de Medio Ambiente ha evaluado lo presentado y ha decidido conceder un permiso que permitirá a Erimsa operar durante un periodo de 30 años con una inversión estimada en 6 millones de euros.
Erimsa, que tiene su sede en A Coruña y es parte del grupo noruego Elkem AS, había solicitado en 2015 un permiso de investigación para estudiar la viabilidad de la extraer cuarzo (Identificado como Andrea número 7137). Posteriormente, la empresa revisó su plan inicial, reduciendo el área proyectada en aproximadamente 160 hectáreas y aumentando la distancia al río Tambre.
A pesar de que la mina se ubicará en una zona de producciones agrícolas, la empresa ha proyectado arrendar terrenos para facilitar sus operaciones. Sin embargo, se advierte que los propietarios de estas tierras no podrán solicitarlas bajo la Política Agraria Común, lo que causará la pérdida del estatus de producción ecológica en las parcelas afectadas.
Con respecto a la logística de la mina, Erimsa planea utilizar las instalaciones que ya posee en Frades para el procesamiento del mineral extraído: un detalle que resalta el enfoque eficiente del proyecto.
Aunque en un primer análisis la Dirección Xeral de Patrimonio Natural consideró que el estudio sobre el ecosistema del área era insuficiente, finalmente se dio el visto bueno después de que la empresa complementara la información con detalles sobre las intervenciones necesarias en la flora y la distancia al río.
El Instituto de Estudos do Territorio ha señalado que el proyecto se desarrollará en una amplia extensión de terrenos con potencial agrícola, pero aseguran que no se prevén cambios significativos en el uso de esas tierras una vez concluida la actividad minera si se aplican correctamente las medidas de prevención.
Se ha instado a tener en cuenta la acidez del suelo, y desde la Dirección Xeral de Gandaría sugieren que, si es preciso, se realicen correcciones adecuadas.
A su vez, el Ayuntamiento de Mesía ha expresado su preocupación, señalando que parte de la mina se encuentra dentro de zonas consideradas como suelo rústico de especial protección agropecuaria.
La autorización establece como prioridad la extracción en áreas menos productivas, como matorrales o bosques, antes que en tierras agrícolas útiles, sugiriendo que esta estrategia se implemente en los primeros cuatro años para minimizar el impacto en los terrenos.
El Gobierno gallego también ha prescrito prohibir cualquier movimiento de tierras en días de lluvia intensa para evitar erosiones que puedan afectar al río. Cualquier vertido necesitará la pertinente autorización del organismo de cuenca y se deben programar análisis anuales de agua para asegurar un control ambiental efectivo.
La resolución final de esta autorización fue firmada por María José Echevarría, directora xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade, y Alejandro Carrera, subdirector xeral de Avaliación Ambiental; ambas autoridades también fueron responsables de otorgar la declaración de impacto ambiental al proyecto de Altri en Palas de Rei, Lugo.
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