SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Ago. - El secretario general para el Deporte de la Xunta de Galicia, José Ramón Lete Lasa, ha condenado enérgicamente el beso no consentido de Luis Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso, pero ha señalado la responsabilidad del Gobierno estatal en el caso. "Hemos actuado tarde", afirmó.
Según Lete Lasa, es más importante analizar los hechos que las palabras del presidente de la federación gallega de fútbol, Rafael Louzán, quien inicialmente minimizó el incidente y posteriormente pidió la dimisión de Rubiales junto con otros 17 dirigentes autonómicos. "Me interesa más lo que la gente hace que lo que dice, y todos los presidentes autonómicos solicitaron la dimisión de Rubiales por sus actos, que no están acordes con la ley, el respeto a la mujer y la dignidad debida", argumentó.
Louzán restó importancia al incidente entre Rubiales y Hermoso en el acto de homenaje a la jugadora Tere Abelleira. Sin embargo, grupos políticos y sociales solicitaron la dimisión del presidente gallego y Marcha Mundial das Mulleres comenzó una recogida de firmas para exigir su dimisión.
La Comisión de Presidentes de Federaciones Autonómicas y Territoriales de la RFEF respaldó al presidente de la RFEF, Pedro Rocha, y pidió la dimisión de Rubiales. Para Lete Lasa, el beso no consentido es "intolerable". "Se debated sobre quién debe tomar medidas al respecto, si la Fiscalía, si hubo agresión o no, pero es una falta de decoro y de dignidad en una representación vista por millones de personas en todo el mundo. Debemos exigir que los dirigentes estén a la altura de su cargo, y este no ha sido el caso", afirmó.
Lete Lasa responsabilizó directamente al Gobierno estatal y consideró que se ha actuado tarde en el caso de Rubiales. "Ha habido motivos más que suficientes, como las cuestiones de la Supercopa y las reuniones que han cruzado el límite, así como grabaciones a miembros del Gobierno. Había causas suficientes para llevar esto al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD)", criticó. Además, cree que al Ejecutivo le convenía proteger a Rubiales y deberán explicar por qué ya no lo hacen. "Nuestra postura es firme y unánime, como lo expresó en su momento la consejera de Igualdad, Elena Rivo", concluyó.