VIGO, 16 Mar.
Peritos de Lazarus Technologies trabajan desde hace unos meses con réplicas del teléfono de Déborah Fernández Cervera, la joven viguesa que apareció fallecida en una cuneta de O Rosal en 2002, para buscar alguna forma de obtener información del terminal original, que no posee tarjeta SIM, sin dañarlo y sin que se pierdan datos.
De esta forma lo han explicado Manuel Huerta y Javier Vicente, en afirmaciones a los medios a las puertas de los juzgados de Vigo (a donde han acudido como peritos para un juicio), y han señalado que el trámite para la extracción de información es "muy complejo" dada la antigüedad del teléfono de la chavala y su tecnología de almacenaje de información (en un chip electrónico y no en un S.O. como tienen los presentes teléfonos, con capacidad).
El teléfono de Déborah Fernández Cervera fue entregado en 2006 por su familia a la policía científica y estuvo perdido en dependencias policiales de Madrid hasta su descubrimiento casual, en el mes de septiembre de 2022, con ocasión de unas proyectos en el complejo de Canillas.
La contrariedad del trabajo radica en que no se tienen la posibilidad de ingresar otras tarjetas SIM, o 'tarjetas comodín' en ese teléfono, en tanto que llevarlo a cabo pondría bajo riesgo la información que logre continuar en el aparato.
Los peritos de Lazarus asistieron a fines del pasado verano a la sede de Policía Científica de Madrid para estar presentes en el volcado de la información del móvil inteligente de Déborah, pero los agentes no fueron capaces de conseguir nada, si bien el teléfono llegó a prender.
Los especialistas tuvieron que buscar teléfonos precisamente iguales al de Déborah, un Nokia 3310, con exactamente la misma versión de ingeniería, y para esto han recurrido a distribuidores en el mundo entero. Hasta el instante, consiguieron montar tres réplicas merced a teléfonos logrados en sitios tan dispares como Singapur o Azerbaiyán.
Con esas réplicas están probando diferentes formas de conseguir información sin tarjeta SIM y sin que se pierda nada, metiendo datos en los plataformas y después extrayéndolos, hasta conseguir un procedimiento que deje llevarlo a cabo sin peligros.
Los especialistas han movido su convencimiento de que "algo se va a sacar", el inconveniente va a ser si esa información va a ser útil y de interés para la investigación, puesto que ese género de gadgets pierden la información guardada cada cierto tiempo (unos tres meses) y los datos nuevos se reescriben sobre los precedentes.
De este modo quieren conseguir información como llamadas entrantes y salientes, mensajes o datos de geolocalización (por la conexión con las antenas). Con todo, han advertido de que esa información va a ser mucho más útil cuanto el menor tiempo haya pasado entre la desaparición de la muchacha y el instante en que el terminal fue apagado.
"Posiblemente todo el trabajo sea en balde, pero vale la pena procurarlo", ha apuntado Manuel Huerta, que asimismo trabajó en casos como el de Diana Quer, que está inmerso en la elaboración del informe sobre el contenido del teléfono de Miguel Carcaño (culpado por el homicidio de Marta del Castillo), y que participó en el volcado de datos del pc de nuestra Déborah.