El panorama político en Galicia se complica con las recientes críticas del PSdeG y el BNG hacia la política migratoria de la Xunta. Ambas formaciones han manifestado su preocupación por la situación de los menores migrantes, subrayando la importancia de defender sus derechos.

Las declaraciones surgieron a raíz de una entrevista concedida por la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, quien adelantó que el Gobierno está próximo a aprobar un real decreto no de ley que establecerá un nuevo marco para el sistema de acogida. Este decreto tiene como objetivo implantar criterios mínimos que todas las comunidades autónomas deberán seguir.

Rego ha señalado que, bajo este nuevo enfoque, los centros de acogida estarán limitados a albergar entre 10 y 15 menores. En este contexto, se cuestionó el modelo que la Xunta planea implementar en Monforte de Lemos, diseñado especialmente para menores extranjeros, sugiriendo que no cumple con los estándares que se están desarrollando.

La ministra no escatimó en reproches hacia el gobierno gallego, acusándolo de poseer un "sesgo racista" en su política migratoria y de seguir ciegamente las directrices de la oposición, particularmente de Alberto Núñez Feijóo y su relación con VOX.

Lara Méndez, viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista, se unió a las críticas manifestando que el Partido Popular está adoptando posturas de la ultraderecha, lo que se traduce en actitudes racistas hacia los migrantes. Méndez defendió un modelo diferente de centros de acogida, argumentando que no deberían ser considerados como meros espacios de concentración, sino lugares dignos para menores en situaciones vulnerables.

Por otra parte, Olalla Rodil, viceportavoz del BNG, recordó el compromiso de su partido con un modelo de inclusión que evite la creación de guetos. Aunque celebró la próxima modificación de la ley, instó al Gobierno a avanzar hacia el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), los cuales considera totalmente racistas.

Rodil también destacó que la cuestión del discurso migratorio está siendo determinada por la dirección a nivel español y subrayó que la problemática en Galicia radica en la escasez de plazas y personal en los centros de menores, tanto migrantes como autóctonos.

Por lo tanto, remarcó la necesidad de contar con los recursos y servicios indispensables que aseguren el respeto de los derechos fundamentales, particularmente de los menores, independientemente de su origen.