El líder del PP gallego, Alfonso Rueda, ha protagonizado un acto de gran magnitud en el que ha llamado a la movilización de sus seguidores. Con la presencia de unos 1.500 asistentes, Rueda ha ratificado que la política estatal jugará un papel crucial en la campaña electoral del 18 de febrero.

En este mitin, Rueda ha enfatizado la importancia de evitar el conformismo y la confianza excesiva, a pesar de que las encuestas le otorgan opciones de mantener la mayoría absoluta en la Xunta de Galicia. Ha advertido que "no hay nada ganado y se puede perder todo". Además, ha pedido no permitir que Galicia se convierta en "un trofeo en La Moncloa y una sucursal de serie B del independentismo".

En el evento, Rueda ha sido proclamado formalmente como candidato a la Xunta, sucediendo a Alberto Núñez Feijóo. En caso de lograr al menos 38 escaños en las elecciones, obtendría la quinta mayoría absoluta para el PPdeG desde 2009. Según la encuesta de Sondaxe publicada por 'La Voz de Galicia', Rueda tiene opciones y se le otorgan 39 escaños, tres menos que en 2020, que irían para el BNG, el PSdeG y Sumar.

El acto estuvo centrado principalmente en los cuadros gallegos, contando con la presencia de los principales dirigentes y todos los conselleiros. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, representó a la dirección estatal del partido. Aunque Rueda dejó claro que Feijóo estará presente y jugará un papel importante en la campaña gallega.

Además de pedir una "campaña digna", Rueda hizo hincapié en la movilización de cara a las elecciones y también introdujo mensajes de política estatal, lo que refuerza la importancia que esta tendrá en el último tramo de la carrera electoral.

Rueda hizo referencia, por ejemplo, a aquellos que prometieron "nunca" aprobar una ley de amnistía y lo hicieron antes que la de presupuestos. También atacó al BNG y defendió una Galicia "con personalidad propia" y "abierta" frente al "nacionalismo enfurruñado".

En su discurso, Rueda se emocionó en varias ocasiones y agradeció a su equipo, familia y conselleiros por su apoyo. En relación a la situación generada por las bolas de plástico en las playas de Galicia, mencionó a los responsables de Mar y Medio Ambiente, destacando su compromiso con resolver el problema.

Rueda reiteró que no tenía ambiciones de liderar el PPdeG ni presidir la Xunta, pero dejó claro que será exigente y pedirá la implicación de todos, sin caer en la confianza y el conformismo. Subrayó que "no hay nada ganado y se puede perder todo". También pidió confianza en él como líder y reivindicó la trayectoria política del PPdeG, destacando a Albor, Fraga y Feijóo.

En sus críticas a la política estatal, Rueda mencionó algunas decisiones del Gobierno de Sánchez, como la aprobación de una ley de amnistía antes que la de presupuestos o la condonación de deuda a Cataluña. Rechazó la "política del todo vale" y apostó por la "política de la confianza". En contraposición, aseguró que trabajará para que Galicia no sea un trofeo en manos de otros y defendió la estabilidad y el "sentidiño" frente a un "nacionalismo enfurruñado".

Rueda concluyó reivindicando medidas de su gobierno, como la gratuidad total de la educación infantil de 0 a 3 años, y manifestando su deseo de una Galicia amable que no esté dominada por el independentismo o las izquierdas si el PPdeG no logra la mayoría absoluta el 18 de febrero.