El clima severo ha impactado de manera significativa en Galicia este miércoles, generando cerca de 200 incidentes entre la medianoche y las seis de la tarde. Las ráfagas de viento han alcanzado velocidades superiores a los 150 kilómetros por hora, acompañadas de intensas lluvias que han desatado múltiples complicaciones en la región.

Durante este periodo, el Centro Integrado de Atención a las Emergencias ha registrado un total de 199 eventos relacionados con el mal tiempo que afecta a la comunidad autónoma gallega. Esta situación ha puesto a prueba los servicios de emergencia y ha generado una respuesta rápida ante las adversidades.

Los problemas en las carreteras han sido los más notables, con un número alarmante de obstáculos. Se han reportado 110 incidentes relacionados con árboles y ramas caídas, así como 21 con cables, 11 por deslizamientos de tierra o piedras, y 7 casos de bolsas de agua acumulada en vías públicas.

En términos de geografía, las provincias más damnificadas han sido A Coruña y Pontevedra, con 74 y 55 incidencias respectivamente, mientras que Lugo y Ourense han tenido 34 y 32 casos, mostrando un impacto desigual pero significativo en toda Galicia.

Entre las alertas recibidas, destaca una notificación de los servicios de mantenimiento vial acerca de un problema en la PO-11, específicamente en el kilómetro 2, cerca de Lourizán en Pontevedra. A las 14:15 horas, se reportó la entrada de agua en la carretera, lo que llevó a tomar la decisión de cerrar uno de los carriles.

La situación se agravó poco después, cuando la Guardia Civil de Tráfico comunicó que el corte de la vía sería total en ambas direcciones hasta el paso de la marea viva, lo que evidencia la seriedad del fenómeno meteorológico y la necesidad de precaución en estas circunstancias extremas.