En el juicio por el asesinato de su vecina en la calle Zamora de Vigo, el acusado ha admitido que actuó "fuera de control" y salió de su casa con un cuchillo con la intención de matarla. El hombre, identificado como Pablo P.V., ha declarado ante el tribunal que momentos antes de los hechos, él y la víctima se cruzaron en el portal del edificio y ella lo insultó, lo que provocó que perdiera los estribos y cometiera el crimen de manera instantánea.
Según su testimonio, después de ese encuentro, ambos subieron a sus respectivas viviendas y el acusado tomó un cuchillo de cocina para dirigirse al domicilio de la víctima, que se encontraba puerta con puerta con su estudio. Sorprendió a la mujer en el momento en que ella abría la puerta con sus llaves, y le asestó una puñalada en el costado mientras ella se giraba.
Pablo P.V. asegura no recordar haberla atacado nuevamente, pero reconoce que si hubo más puñaladas, no lo negará. Después del único ataque que recuerda, volvió a su casa para lavarse las manos, sin el arma, ya que el mango del cuchillo se rompió y la hoja quedó clavada en el cuerpo de la víctima.
El acusado ha explicado que su vecina le ocasionaba constantes molestias debido a los ruidos que hacía, lo cual le impedía descansar. A pesar de haberle advertido por escrito tanto a ella como al presidente de la comunidad, las molestias no cesaban. Además, ha dejado claro que no tenía ningún tipo de relación o trato con la víctima y no sentía ningún sentimiento hacia ella. Sin embargo, meses antes había ayudado a la mujer con un problema en su llave de agua.
Desde ese momento, según el acusado, comenzó la pesadilla de los ruidos que provenían del piso de su vecina. Además, otros vecinos también sufrían las mismas molestias. En el juicio, la hija de la víctima ha testificado que su madre le había comentado sobre los problemas que tenía con este vecino, quien le dejaba notas debajo de la puerta e incluso golpeaba la puerta. En una ocasión, encontró una nota que decía: "De mí no te vas a reír, te vas a reír de tu madre".
La Fiscalía acusa al hombre de asesinato con alevosía y pide una condena de 18 años de cárcel, además de indemnizar a la hija, los padres y la hermana de la víctima. Por su parte, la acusación particular solicita una pena de 25 años de prisión, argumentando que el asesinato se realizó con ensañamiento y para causar un sufrimiento inhumano. También busca una indemnización para la hija de la víctima. La defensa, por otro lado, niega los hechos y solicita que, en caso de condena, se considere la eximente de anomalía o alteración psíquica transitoria.