La Federación Galega de Balonmano y los clubes involucrados han expresado su más firme condena ante los recientes actos de violencia ocurridos durante un partido de categoría cadete femenina. Este incidente ha generado una amplia preocupación y la promesa de implementar medidas efectivas para esclarecer lo sucedido.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 de diciembre.

La alarma se encendió este fin de semana en Vilalonga durante un enfrentamiento entre el Sanxenxo Balonmán y el Club Rasoeiro Balonmán, cuando el padre de una jugadora atacó al abuelo del árbitro del partido, quien sufrió lesiones graves como consecuencia de la agresión.

De acuerdo con fuentes consultadas por Europa Press, el incidente se produjo tras la decisión del árbitro, un joven de tan solo 15 años, de señalar un penalti. Este acto provocó la ira de uno de los padres del equipo contrario, quien comenzó a lanzar insultos hacia el árbitro.

Ante esta provocación, el abuelo del árbitro, que se encontraba presente en el pabellón, intercedió y se dirigió al agresor. En el transcurso de este intercambio, el padre de la jugadora lo empujó, provocando que este perdiera el equilibrio y se golpeara la cabeza al caer.

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que se ha interpuesto una denuncia en Sanxenxo sobre lo sucedido. Además, han informado que el agresor ya era conocido en el ámbito federativo debido a comportamientos similares en el pasado.

En respuesta a lo ocurrido, la Federación Galega de Balonmano ha emitido un comunicado en el que denuncia "enérgicamente los lamentables actos de violencia" que tuvieron lugar en el encuentro. La Federación ha subrayado que tales comportamientos son inaceptables en las canchas y en la sociedad en general.

En el comunicado, se manifiesta una "absoluta repulsa" por la agresión sufrida por un familiar del árbitro, quien simplemente intentaba defender el respeto hacia el juego y la figura del árbitro. Subrayan que la prioridad debe ser siempre el bienestar de los jóvenes deportistas.

Asimismo, la Federación ha reiterado su firme compromiso con los valores de respeto, deportividad y convivencia que deben prevalecer en todas las categorías, particularmente en el balonmano base, donde la educación y el desarrollo integral de los jóvenes son primordiales.

La Federación también ha expresado su "apoyo y solidaridad" a la familia del colegiado en estos difíciles momentos y ha manifestado su intención de estar en contacto constante para proporcionar la asistencia necesaria.

Agradeciendo la rápida reacción de los clubes involucrados, Sanxenxo Balonmán y Rasoeiro Balonmán, se hace un llamado a la comunidad del balonmano para trabajar de manera conjunta en la erradicación de cualquier forma de violencia en las gradas y en las pistas deportivas.

Por último, la Federación ha asegurado que se llevarán a cabo las investigaciones necesarias y se adoptarán las acciones pertinentes para que incidentes de esta magnitud no vuelvan a ocurrir. Se ha convocado una reunión con todos los clubes para el lunes a las 20:00 horas con el fin de establecer medidas que fomenten la concienciación entre los asistentes a los pabellones.

El comunicado concluye enfatizando que "el balonmano es un deporte que une, educa y forma" y reitera la firme determinación de no permitir que episodios de violencia empañen la esencia de este noble deporte.

En un comunicado conjunto, el Club Rasoeiro Balonmán y el Sanxenxo Balonmán han expresado su "más profundo rechazo y condena a cualquier acto de violencia que vulnera los valores de respeto, convivencia y deportividad".

Los clubes han manifestado su pesar por el incidente ocurrido en el partido, haciendo hincapié en que un espectador agredió injustificadamente a otro. De esta forma, dejan claro que no están ante una situación donde se puedan exculpar las acciones, sino que es claramente un acto de agresión con un agresor y una víctima.

En su declaración, los clubes remarcan que estos comportamientos no tienen cabida en sus instalaciones ni en el ámbito deportivo en general, y han prometido tomar todas las medidas necesarias para prevenir que situaciones similares se repitan. Su compromiso es garantizar un ambiente seguro y respetuoso para todos los asistentes a sus actividades deportivas.