El nacionalismo gallego es un movimiento político y cultural que ha sido parte fundamental de la historia de Galicia desde finales del siglo XIX. Este movimiento surge como respuesta a la situación de la región, marcada por la marginación y el olvido por parte de las autoridades centrales. Los gallegos, en su lucha por recuperar su identidad y dignidad, comenzaron a reivindicar su propia cultura, lengua y tradiciones.
El Rexurdimento, o Renacimiento gallego, fue un período de resurgimiento cultural que tuvo lugar en Galicia a finales del siglo XIX y principios del XX. Durante esta etapa, intelectuales, escritores y artistas gallegos se unieron para revitalizar la cultura y lengua gallega, que estaban en peligro de desaparecer. Figuras como Rosalía de Castro, Curros Enríquez y Manuel Murguía fueron clave en esta primera etapa del nacionalismo gallego.
En la primera mitad del siglo XX, el nacionalismo gallego evolucionó hacia una vertiente más política y reivindicativa. Durante la Segunda República, surgieron diferentes partidos y movimientos nacionalistas que buscaban la autonomía de Galicia y la defensa de sus intereses. Destacan figuras como Alexandre Bóveda, Arturo Cuadrado y Castelao, quienes abogaban por la creación de un estatuto de autonomía para Galicia.
Uno de los momentos más controvertidos en la historia de Galicia fue su incorporación a España como comunidad autónoma. Tras la Guerra Civil y la dictadura franquista, se aprobó la Constitución de 1978, que reconocía a Galicia como una de las nacionalidades históricas de España. Sin embargo, esta integración no estuvo exenta de polémica y diferencias entre los partidos políticos gallegos.
Desde la Transición, diferentes fuerzas políticas en Galicia han defendido la necesidad de lograr una mayor autonomía para la comunidad. El nacionalismo gallego ha jugado un papel fundamental en este proceso, impulsando reformas estatutarias y reivindicando la defensa de la identidad gallega. Partidos como el BNG han sido clave en esta lucha por la autonomía y el reconocimiento de Galicia como una entidad política y cultural propia.
A día de hoy, el nacionalismo gallego sigue presente en la política y la sociedad gallega. La cuestión de la autonomía, el uso del gallego como lengua cooficial, la defensa del patrimonio cultural y natural de Galicia son algunos de los temas que siguen generando debates y controversias en la región. El nacionalismo gallego, lejos de desaparecer, se ha adaptado a los nuevos tiempos y sigue siendo una fuerza política relevante en la comunidad.
En definitiva, el desarrollo del nacionalismo gallego ha sido un proceso complejo y lleno de matices, que ha marcado la historia de Galicia y ha sido clave en la configuración de la identidad gallega. A través de sus distintas etapas y luchas, el nacionalismo gallego ha contribuido a la defensa y promoción de la cultura, lengua y valores propios de Galicia, consolidando así su papel en la historia de la región.