LUGO, 28 de julio. Un nuevo caso de incumplimiento de las leyes de tráfico se ha registrado en la ciudad de Lugo, donde la Policía Local detuvo a un motociclista que intentó usar un permiso de conducción portugués, el cual resultó ser un documento falsificado.

Los agentes de seguridad local realizaron la intervención al detener al individuo, quien se mostró confiado al presentar su licencia. Sin embargo, una inspección más cercana reveló que el permiso no era auténtico. Tras realizar las verificaciones pertinentes, los policías confirmaron que se trataba de un documento fraudulento.

Consecuentemente, la Policía procedió con la detención del sujeto, de nacionalidad brasileña, y lo llevó a la comisaría donde se le formularon cargos por falsificación de documentos y por violar las normas de seguridad vial al conducir sin un permiso válido.

Asimismo, las autoridades encontraron al propietario de la motocicleta, quien también enfrenta cargos por su participación como cómplice en esta infracción vial.

En otro incidente, el Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local sorprendió a un conductor en la rúa Anduriñas, quien manejaba de manera imprudente. Al detener el vehículo, los agentes observaron que este circulaba sin el silenciador adecuado, lo que generaba molestias en el vecindario.

Como resultado, la Policía abrió dos expedientes sancionadores por las infracciones cometidas: una por conducción irresponsable y otra por operar el vehículo a escape libre.

Durante la misma semana, las autoridades también identificaron un automóvil con matrículas temporales destinadas a empresas, estacionado indebidamente en un espacio reservado para personas con movilidad reducida cerca del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA).

Los agentes comprobaron que el vehículo no contaba con la tarjeta de aparcamiento correspondiente y que además, el conductor carecía de la autorización de circulación válida, así como del seguro obligatorio. Ante esta situación, se procedió a la retirada del automóvil por parte de la grúa, y las matrículas francesas que portaba, que no eran válidas, fueron confiscadas mientras el conductor intentaba cambiarlas delante de los agentes.