Crónica Galicia.

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Capturan a un conductor imprudente armado con una pistola de aire comprimido tras persecución en Valga-Padrón.

Capturan a un conductor imprudente armado con una pistola de aire comprimido tras persecución en Valga-Padrón.

En un incidente alarmante que refleja la creciente irresponsabilidad al volante, un conductor ha sido arrestado por la Guardia Civil de Tráfico en Galicia tras protagonizar una serie de maniobras peligrosas. Este individuo, que habría estado bajo el efecto de drogas y sin licencia de conducir, protagonizó una persecución que se inició en Valga, Pontevedra, y concluyó en Padrón, A Coruña. Durante esta peligrosa escapada, el sospechoso incluso amenazó a los agentes con un arma de aire comprimido que pretendía hacer pasar por un arma de fuego real.

Según informaron fuentes de la Comandancia, los hechos se desarrollaron este martes cuando un guardia civil, que se encontraba fuera de servicio y destinado en el puesto de Caldas de Reis, identificó a un conocido por motivos laborales al volante de una furgoneta en la N-550, en el término municipal de Valga. Este conductor ya era conocido por carecer de licencia debido a la pérdida total de puntos, lo que aumentó la preocupación del oficial por la seguridad en las carreteras.

Preocupado por la situación, el guardia civil no dudó en alertar a la Central Operativa de Servicio (COS), describiendo el comportamiento temerario del conductor, quien realizaba maniobras bruscas y ponía en duda la legalidad de la furgoneta que conducía, que podría haber sido robada. Gracias a su aviso, las unidades de la Guardia Civil pudieron dirigirse a la ubicación del suceso para intentar detener al infractor.

A pesar de las señales de alto, el hombre decidió ignorar las órdenes de los agentes y comenzó una peligrosa fuga a toda velocidad por distintas carreteras, ya inmerso en la provincia de A Coruña. Durante la persecución, el conductor no dudó en invadir el carril contrario y, para colmo, exhibió una pistola desde la ventanilla, apuntando a los agentes que intentaban detener su avance.

El peligro de esta situación se incrementó considerablemente cuando el conductor, aún amenazando a los guardias con su arma, perdió el control del vehículo. Su temeraria conducción no solo ponía en riesgo su vida, sino también la de otros automovilistas y peatones, llegando incluso a circular sobre la acera en un intento desesperado de escapar.

La frenética carrera delictiva alcanzó un nuevo nivel de riesgo cuando el sospechoso entró a gran velocidad en una estación de servicio, lo que obligó a un tercer conductor a realizar una espectacular maniobra evasiva para evitar un choque. En medio de esta caótica situación, el infractor volvió a mostrar el arma, subrayando la gravedad de su comportamiento en las vías públicas.

Finalmente, la persecución culminó en el kilómetro 2,200 de la AC-305, donde las autoridades lograron interceptar la furgoneta. Sin embargo, el conductor no se rindió tan fácilmente, ya que salió del vehículo armado y emprendió una fuga a pie por una propiedad privada, aunque tras una breve carrera fue detenido.

La intervención de los agentes resultó en la confiscación de la pistola de aire comprimido que el individuo había utilizado para amenazar a la autoridad, aunque su apariencia podría haber inducido a error. En consecuencia, se le imputa la comisión de tres delitos graves contra la seguridad vial: uno por conducción temeraria, otro por conducir sin licencia y un tercero por hacerlo bajo los efectos de sustancias estupefacientes, quedando este último pendiente de confirmación tras el análisis correspondiente en el laboratorio.