Un ciudadano colombiano ha admitido su culpabilidad en un caso de violación que ocurrió en 2019, en una audiencia celebrada el pasado jueves en Lugo. El tribunal ha decidido imponerle una pena de 10 años de cárcel, aunque solo cumplirá medio año tras un acuerdo con la acusación, seguido de su expulsión del país.

Este caso, que inicialmente iba a ser juzgado a fondo durante un par de días, se resolvió de manera sorprendentemente rápida en solo 15 minutos, luego de que el acusado reconociera su responsabilidad, lo que permitió reducir la sentencia de 20 a 10 años. La pena se impone a razón de cinco años por cada delito de violación admitido.

Los delitos ocurrieron en 2019, cuando el agresor, en libertad temporal, visitó la casa de la expareja de un excompañero de prisión. Durante esa visita, sometió a la mujer a situaciones de coerción extrema, obligándola en dos ocasiones a realizar actos sexuales bajo amenazas físicas y ejerciendo violencia.

A pesar de que la víctima falleció en 2022, el tribunal ha determinado que el agresor deberá pagar una indemnización de 10.000 euros a los hijos de la mujer como compensación por el daño moral causado. Este fallo refleja la gravedad de sus actos y busca proporcionar alguna forma de justicia para la familia afectada.

En la actualidad, el hombre ya se encuentra cumpliendo una condena por otros delitos, que se espera termine en mayo de 2026. Será entonces cuando comenzarían a contar los seis meses de cárcel relacionados con este caso, tras los cuales deberá abandonar el territorio español de forma definitiva.