El aumento de alquileres en Santiago impulsado por el cambio de pisos turísticos al sector convencional.
En medio de un entorno inmobiliario cambiante, las empresas del sector están alzando la voz con la esperanza de que el propio mercado ajuste los precios a medida que avanzan las regulaciones. En Santiago de Compostela, el Ayuntamiento se encuentra en la fase final de declarar la ciudad como una zona de mercado residencial tensionado, lo que podría tener un impacto significativo en la regulación de las tarifas de alquiler.
Desde la implementación de nuevas normativas, ha habido un notable traslado de pisos turísticos al mercado de alquiler tradicional, lo que, paradójicamente, ha ocasionado un aumento en los precios. A pesar de que parece haber más viviendas disponibles, los arrendamientos se han encarecido, según reflejan los portales inmobiliarios como Idealista y Fotocasa.
El último informe de Agalin, la asociación gallega de inmobiliarias, destaca que la capital gallega sigue experimentando una tendencia alcista en los alquileres. En abril de 2022 había 150 viviendas en alquiler según Idealista, cifra que ha ascendido a 236 en la actualidad, lo que representa un incremento del 57,34% en el stock de ofertas. Un panorama similar se observa en Fotocasa, donde la disponibilidad ha pasado de 150 a 389 viviendas en el mismo periodo.
A pesar de este aumento en la oferta, los datos muestran una clara reducción en la cantidad de viviendas asequibles. Por ejemplo, en Idealista, solo el 6,78% de las propiedades está disponible por menos de 600 euros al mes, en comparación con más del 40% observado en abril de 2022. Esta tendencia se reproduce en Fotocasa, donde casi una de cada cuatro viviendas en alquiler se sitúa en el rango de precios de 600 a 750 euros al mes.
El informe también subraya que ha más que duplicado el porcentaje de viviendas en alquiler que oscilan entre 750 y 900 euros, alcanzando un 27,54%, mientras que en abril de 2022, este porcentaje era solo del 12,67%. Además, un 23,73% de las propiedades ahora se sitúan en el rango de 900 a 1.200 euros, un incremento significativo respecto al 10% anterior.
Emma Martínez, presidenta de Agalin, comentó sobre esta transición, enfatizando que las viviendas de uso turístico ahora disponibles en el mercado de alquiler tradicional suelen estar en mejor estado y, por ende, justifican precios más altos. Sin embargo, expresó su confianza en que el mercado encontrarán su equilibrio natural.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Santiago está culminando los procesos necesarios para obtener la declaración de zona tensionada, lo que podría ayudar a regular los precios de alquiler en la ciudad. En un movimiento paralelo, el pleno municipal ha decidido conservar el uso comercial en las plantas bajas de los edificios en áreas económicas clave, evitando así la conversión de estos espacios en viviendas.
Las autoridades municipales, lideradas por Goretti Sanmartín, han hecho hincapié en la importancia de rehabilitar y utilizar las propiedades vacías existentes, en vez de permitir que se conviertan en alojamientos temporales como hoteles. Sanmartín defiende que esta estrategia ayudará a mantener el comercio local y preservar la identidad de la ciudad.
La problemática del acceso a la vivienda, los apartamentos turísticos y las dificultades hipotecarias serán los temas centrales del próximo VI Congreso inmobiliario de Galicia, programado para la próxima semana en Santiago de Compostela, donde se espera el análisis de las soluciones a estos desafíos.
El segundo día del congreso contará con la participación de destacados actores del sector como la conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, y otros expertos que abordarán la situación actual del mercado inmobiliario gallego, en un esfuerzo por encontrar un camino hacia la estabilidad en el sector.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.