Un agente de la Guardia Civil ha sido liberado tras ser detenido por su implicación en un desafortunado accidente que resultó en la muerte de un compañero policía. El individuo, que no ha querido prestar declaración, enfrenta cargos por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia y por desobediencia a la autoridad.

Los acontecimientos tuvieron lugar en Lugo, donde la jueza del Tribunal de Primera Instancia en Monforte de Lemos decidió otorgar la libertad al guardia civil, aunque le impuso como medida cautelar la retirada de su carné de conducir. Se encuentra bajo investigación, y los delitos por los que se le acusa podrían modificarse a medida que avance el proceso judicial.

El fallecido, identificado como Eusebio Cuesta Díaz, perdió la vida en plena jornada de servicio durante una persecución a un conductor que había evadido un control de alcoholemia. Tras huir, el conductor provocó un accidente que costó la vida a Cuesta Díaz, mientras que su compañero resultó herido, pero su estado no es crítico.

El incidente ocurrió la madrugada del 22 de agosto, cuando una patrulla de la policía local llevó a cabo un control rutinario en la rúa Leopoldo Calvo Sotelo. Durante el procedimiento, los agentes notaron una conducta sospechosa en un vehículo que se acercaba, y al intentar detenerlo, el conductor inicialmente obedeció pero luego se mostró reticente a facilitar su documentación.

Al percatarse de que el conductor mostraba signos de haber consumido alcohol, los agentes le solicitaron someterse a una prueba de detección. Sin embargo, el hombre reaccionó de manera agresiva, se negó a cooperar y huyó a gran velocidad, dando lugar a una peligrosa persecución que culminó con el accidente en el que el vehículo policial terminó estrellándose contra un edificio.

Desgraciadamente, el agente que conducía el coche perdió la vida de inmediato, mientras que su compañero, Francisco Cao de Jesús, fue trasladado al Hospital Comarcal, donde continúa recibiendo atención médica.

En el esfuerzo por gestionar la situación, los agentes locales pidieron apoyo a la Policía Nacional, y fue una patrulla de este cuerpo la que llegó primero al lugar del suceso para brindar los primeros auxilios, junto con la colaboración de otros agentes de la Guardia Civil.

El alcalde de la localidad, José Tomé, expresó su consternación por la tragedia y ha declarado luto oficial por tres días en homenaje al agente fallecido, reflejando así el profundo dolor que ha causado esta pérdida en la comunidad.