Crónica Galicia.

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Investigadores revelan que Elisa Abruñedo fue víctima de "violencia extrema" en su asesinato de 2013.

Investigadores revelan que Elisa Abruñedo fue víctima de

El principal acusado en el caso de asesinato y violación de Elisa Abruñedo, quien fue detenida el pasado octubre, se mostró sorprendido durante su arresto, aunque su actitud fue serena. Este crimen ocurrió hace diez años en la localidad de Cabanas, y las circunstancias de la detención han generado gran interés mediático.

A la hora de explicar el desarrollo de la investigación, los agentes de la Guardia Civil señalaron que el ataque fue totalmente inesperado y ejecutado sin un seguimiento previo de la víctima. Describieron la agresión como extremadamente violenta y sin ninguna posibilidad de defensa por parte de la joven.

Los testimonios en el juicio desarrollado en la Audiencia de A Coruña han revelado que las heridas infligidas a la víctima fueron claramente letales. El comandante de homicidios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil enfatizó que las lesiones estaban diseñadas para causar la muerte, lo que corrobora la gravedad del crimen.

A través de una exhaustiva investigación que incluyó el análisis de pruebas genéticas y la búsqueda de un vehículo similar al que un testigo había visto cerca de la escena del crimen, se logró rastrear al sospechoso. Esto llevó a identificar al acusado, Roger Serafín Rodríguez, quien fue detenido tras recolectarse muestras de su coche en diversas áreas.

Los agentes que participaron en su arresto señalaron que el acusado no mostró comportamientos agresivos durante la detención, sino que se mantuvo en silencio, lo que contrastó con las distintas versiones que ofreció tras ser capturado.

Rodríguez alegó que conocía a la víctima y que la invitó a su vehículo, pero dicha versión fue desmentida por los investigadores, quienes sostienen que la situación fue un asalto repentino. Las evidencias, como el hecho de que la víctima llevaba auriculares, indican que no tuvo la menor oportunidad de defenderse.

La forma en que se perpetró el ataque—desde el automóvil del acusado, abordando a la víctima por la espalda—refuerza la teoría de que se trató de una acción deliberada y premeditada. Los especialistas también resaltaron que las heridas en el cuello, corazón y pulmón evidencian la intención del atacante de acabar con la vida de la joven.

Aunque el arma homicida no fue hallada, se encontró un cuchillo en la casa del acusado, que él mismo describió como similar al utilizado en el crimen. Este hallazgo ha alimentado aún más la discusión sobre la imposibilidad de que la víctima pudiera defenderse durante el ataque.

Desde su detención en octubre de 2023, Roger Serafín Rodríguez permanece en prisión, tras confesar su implicación en la violación y asesinato de Elisa Abruñedo. La acusación señala que el ataque ocurrió entre las 20:45 y 21:00 del 1 de septiembre de 2013, cuando el acusado interceptó a la joven en una carretera provincial.

Según el relato del Ministerio Fiscal, Rodríguez abordó a la víctima por detrás, golpeándola y llevándola hacia un terreno más alejado, donde posteriormente se cometió el acto violento y mortal. Las penas solicitadas por las acusaciones suman 37 años de cárcel, mientras que la defensa argumenta que los hechos constituyen homicidio en lugar de asesinato, reconociendo de forma explícita la agresión sexual.