En un reciente debate en el Parlamento de Galicia, la líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Ana Pontón, ha criticado fuertemente la falta de acción del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en relación a la creciente violencia machista en la comunidad. Según Pontón, esta passividad en la respuesta del gobierno gallego es inaceptable, señalando el alarmante aumento de casos de mujeres asesinadas en los últimos meses. La líder nacionalista hizo hincapié en que si estas víctimas fueran futbolistas, la Xunta ya habría tomado medidas rápidas y eficaces.

Durante la sesión de control, Pontón expresó su indignación por la inacción del gobierno ante lo que considera una "escalada de violencia" que ha dejado tres mujeres muertas en un corto periodo. Acusó a Rueda de priorizar su lealtad hacia sus aliados por encima de la dignidad y seguridad de las víctimas, sugiriendo que su silencio es un reflejo de una mentalidad que minimiza la gravedad de estos crímenes.

Rueda, por su parte, defendió la actuación de su gobierno, argumentando que se está trabajando con convicción para abordar la violencia de género. Sin embargo, también señaló que el discurso de Pontón parece estar más orientado a conseguir rédito político que a encontrar soluciones reales. En su respuesta, afirmó que los comentarios de la líder del BNG sobre la llamada a un "comité de crisis" son meras maniobras electorales para desacreditar al gobierno.

Pontón calificó la reacción del presidente como un insulto a todas las mujeres que enfrentan la violencia machista, subrayando que las estadísticas de la violencia en Galicia son alarmantes y desagradables. Citó un reciente informe que posiciona a Galicia como la segunda comunidad con mayor tasa de violencia de género en el país, lo que, a su juicio, exige medidas inmediatas y efectivas por parte de la administración gallega.

Con un tono desafiante, Pontón planteó que si se tratara de futbolistas asesinados, las autoridades no dudarían en convocar un comité para abordar el tema. Esta comparación llevó a Rueda a pedir que se evite trivializar el tema y a recordarle que tales comentarios podrían resultar perjudiciales para su propia credibilidad.

El presidente de la Xunta también cuestionó el doble estándar de Pontón, que a su juicio, actúa con valentía en Galicia, pero se muestra más cauta en su postura contra el gobierno central en Madrid. Rueda acusó a la líder del BNG de no tener el mismo ímpetu en la capital, insinuando que su defensa de las mujeres se diluye cuando se trata de confrontar a sus aliados.

En una intervención algo más ofensiva, Pontón no se contuvo al llevar el debate hacia el terreno de la corrupción, acusando al Partido Popular de ser el único en Europa con condenas por este tema. La tensión entre ambos líderes políticos era palpable, reflejando así la gravedad y complejidad de un debate que no solo toca la violencia de género, sino también la integridad política y la responsabilidad del gobierno. Por su parte, Rueda no dejó pasar la ocasión para recalcar que el BNG apoya un modelo que, a su juicio, trivializa problemas serios como es el tráfico de personas, lo que solamente añadía más leña al fuego en este ardiente intercambio de acusaciones.