Las organizaciones gallegas que representan al colectivo LGTBI han calificado de "esencial" su existencia, aunque reconocen que aún queda mucho por lograr en términos de inclusión y conciencia social.
En Santiago de Compostela, el 17 de mayo, el Servicio Gallego de Salud (Sergas) ha presentado una guía que establece pautas para la atención de pacientes trans en Atención Primaria. Este documento busca fomentar un "ambiente acogedor y seguro" y resalta la necesidad de que todos los profesionales de salud estén bien informados y sensibilizados sobre las especificidades del colectivo trans.
Este nuevo protocolo fue aprobado en un pleno del 'Observatorio LGTBIQ+', coincidiendo con la semana que honra el Día Internacional contra la LGTBIfobia, a celebrarse el próximo sábado. Según se detalla en el borrador al que ha tenido acceso Europa Press, las organizaciones que forman parte de este observatorio celebran su creación como una medida positiva y necesaria, reconociendo la falta de conocimiento que persiste en los ambulatorios sobre cómo interactuar adecuadamente con este grupo.
La guía se propone abordar deficiencias existentes en la atención primaria hacia colectivos específicos, señalando que las personas trans a menudo enfrentan obstáculos significativos que afectan la calidad de la atención que reciben. La falta de un ambiente seguro dificulta su capacidad para comunicarse abiertamente y, en consecuencia, muchas experimentan angustia al temer posibles actos de discriminación en los centros de salud.
Organizaciones como Arelas han corroborado esta grave situación, informando que muchos pacientes trans reportan experiencias negativas en el entorno sanitario, lo que les hace sentir que estos lugares no son seguros. Cristina Palacios, gerente de Arelas, enfatiza que las consultas médicas son a menudo el primer punto de contacto para estas personas y sus familias.
El documento también subraya que aquellos que reciben el apoyo adecuado y se sienten respetados tienden a tener niveles más bajos de ansiedad y menos inclinaciones hacia la autolesión. Al referirse a las consultas médicas, la guía establece que el respeto desde el primer contacto es fundamental y menciona la importancia de dirigirse a los pacientes usando sus nombres y pronombres elegidos, evitando suposiciones basadas en la apariencia física.
El incumplimiento de estas directrices por parte de los profesionales de la salud puede ocasionar tensiones en la consulta, lo cual podría erosionar la confianza del paciente en el sistema sanitario. Además, el Observatorio LGTBIQ+ ha solicitado que se registre el nombre y pronombre que el paciente prefiere para evitar que deba repetir esta información en cada visita.
El documento propone que se incluya en la historia clínica información relevante sobre la identidad de género y los tratamientos de afirmación, así como recomendaciones sobre la formulación de preguntas en el ámbito sexual, enfatizando que deben estar justificadas médicamente para evitar invasiones a la privacidad.
Se han incluido pautas específicas sobre el Tratamiento Hormonal Cruzado (THC), haciendo hincapié en que las decisiones relacionadas con la transición de género son muy personales y deben ser consideradas desde una perspectiva individual. Se destaca que la guía ofrece a los profesionales información importante sobre las contraindicaciones y efectos secundarios de estos tratamientos.
ALAS A Coruña ha recibido numerosos testimonios de personas trans que evitan acudir a consultas médicas por no tener claras respuestas sobre temas comunes como la masculinización o feminización. Pablo Zas Varela, técnico de Igualdad de la asociación, destaca que muchas de estas cuestiones quedan sin respuesta actualmente, y la nueva guía aborda estos problemas.
María Garrido, coordinadora del grupo de trabajo de Salud LGTBIQ+ de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, ha expresado su satisfacción por la inclusión de pautas que eliminan restricciones habituales, como las relacionadas con problemas de salud mental en el contexto del THC, que a menudo son perjudiciales para el paciente.
Garrido también sugiere que podría llevarse a cabo un seguimiento conjunto entre Atención Primaria y Endocrinología para mejorar la atención a pacientes con condiciones complejas. Sin embargo, Arelas y Nós Mesmas indican que aún existe un gran desconocimiento sobre cómo referir a estos pacientes, lo que puede llevar a que sean enviados a servicios de Salud Mental cuando no corresponde.
Elísabet Pérez, fundadora de Nós Mesmas, lamenta que todavía haya profesionales que no saben cómo manejar las derivaciones de personas que buscan iniciar un tránsito médico, lo que suele resultar en intervenciones inapropiadas. Las asociaciones coinciden en que este protocolo es una demanda que se había solicitado desde hacía tiempo, a pesar de que aún queda mucho por hacer.
Pablo Zas considera que aunque se trata de un "pequeño, pero significativo paso", es crucial recordar que las recomendaciones no son obligatorias para el personal sanitario, y la garantía de los derechos de las personas trans en el ámbito de la salud no debería ser una opción sino una obligación ineludible.
El representante de ALAS señala que esta guía es un "grano de arena" en el camino hacia la adaptación de la Ley gallega LGTBI de 2014 a la normativa estatal, añadiendo que las recomendaciones de la Xunta a veces se concretan en protocolos, pero en muchas ocasiones no se traducen en acciones efectivas, como se ha visto en el ámbito deportivo.
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