La ciudad de Santiago de Compostela es testigo este 31 de octubre de un importante movimiento por parte de los técnicos superiores sanitarios, quienes llevan a cabo su segunda jornada de huelga. Este paro tiene como objetivo mostrar la relevancia esencial de estos profesionales en el funcionamiento de hospitales y centros de salud, así como demandar al Ministerio de Sanidad mejoras en sus condiciones laborales y una adecuada formación. Uno de los principales reclamos es el reconocimiento oficial de su estatus como profesión sanitaria regulada y titulada.

Marcos Vázquez, secretario de la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL), enfatizó ante los medios durante una manifestación en la capital gallega que “sin nosotros no hay diagnóstico ni tratamiento”. Estas declaraciones subrayan la crucial función que desempeñan estos técnicos en el proceso de atención sanitaria.

El impacto de esta huelga se hace evidente en los centros de salud, donde solo se están realizando procedimientos considerados como “urgentes” o “prioritarios”. Sin embargo, numerosas pruebas diagnósticas de rutina, incluyendo análisis de sangre, biopsias y radiografías, están siendo retrasadas, lo que genera preocupación entre los usuarios del sistema de salud.

Este grupo profesional, que incluye alrededor de 1.500 técnicos en Galicia, se encarga de tareas fundamentales como la realización de estudios radiológicos, análisis clínicos y biopsias. Según Vázquez, “un médico no puede emitir un diagnóstico sin una prueba diagnóstica adecuada”, lo que pone de relieve la interdependencia entre estos profesionales y los facultativos de la salud.

La huelga, que comenzó el jueves y se extenderá hasta el 4 de noviembre, está siendo seguida por una gran parte del colectivo, con cifras que oscilan entre el 93% y el 94% según AETEL. En contraste, la Xunta de Galicia ha indicado que las cifras de participación fueron del 58,27% en el turno de mañana y del 91,67% por la tarde.

Durante estos días de huelga, los técnicos sanitarios se están congregando cada mañana en puntos estratégicos de los hospitales gallegos y también en áreas concurridas de Santiago y Pontevedra. Con estas concentraciones, buscan informar a la ciudadanía sobre sus demandas y la importancia de su labor en el sistema de salud.

Un ejemplo de la repercusión de la huelga se ha visto en Pontevedra, donde el gerente del Área Sanitaria ha admitido que las pruebas analíticas y diagnósticas se están viendo afectadas. En Atención Primaria, muchas muestras de sangre están esperando en los laboratorios debido a la interrupción de la actividad, lo que resalta los efectos inmediatos de esta situación.

Yolanda Bico, representante de la Asociación de Técnicos Superiores Sanitarios de Galicia (Atessga), ha asegurado que los retrasos en las pruebas no pondrán en riesgo la salud de los pacientes. Asegura que “no podemos simplemente apagar nuestra vocación”, reafirmando que buscarán mantener la cobertura a los pacientes, aunque piden el debido “respeto” hacia su movimiento de huelga.

Los voceros de Atessga en Pontevedra han reiterado su mensaje de disculpas por las molestias causadas, pero depositan su lucha en la defensa de sus derechos y en la mejora de la calidad del servicio que brindan.

La representante de Atessga también ha resaltado el “hartazgo” que siente el colectivo ante la situación actual, así como la falta de cumplimiento de compromisos previos por parte del Ministerio. El objetivo de la huelga, argumenta, es lograr “mejores estudios” y “más conocimientos” para poder servir de manera más efectiva a los pacientes.

Además, este grupo exige el reconocimiento de sus credenciales en comparación con sus colegas de otros países europeos, ya que en España se encuentran catalogados como Formación Profesional, a diferencia de ser considerados titulados universitarios en otros lugares del continente. Vázquez, secretario de AETEL, solicita que se inicie el proceso para establecer un grado universitario específico para su profesión.

Asimismo, destacan la necesidad de la aplicación efectiva del Grupo B del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), argumentando que han pasado 18 años desde que debieron ser clasificados en este grupo, mientras que todavía siguen en el grupo C1.

Previamente, se había convocado una huelga para el 16 y 17 de junio, pero fue pospuesta cuando el Ministerio de Sanidad aseguró que sus reivindicaciones estarían incluidas en el nuevo Estatuto Marco. Sin embargo, la respuesta fue desalentadora, ya que no se incorporó ninguna de las demandas planteadas.

Finalmente, Bico ha expresado que, si la ministra Mónica García responde por escrito a sus demandas, estarían dispuestos a suspender la huelga. “La dignidad y el futuro de nuestra profesión no se negocian ni se aplazan. Demandamos el cumplimiento de lo prometido y un reconocimiento pleno de los técnicos superiores sanitarios”, concluyen los portavoces en Pontevedra.