Crónica Galicia.

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Activistas medioambientales recrean derrames radiactivos en Vigo para advertir sobre peligros costeros.

Activistas medioambientales recrean derrames radiactivos en Vigo para advertir sobre peligros costeros.

VIGO, 7 de octubre.

Recientemente, un grupo de activistas de Ecoloxistas en Acción llevó a cabo una provocadora acción en una playa de Vigo (Pontevedra), donde simularon la aparición de bidones que contenían residuos nucleares. El objetivo de esta representación fue concienciar sobre el creciente problema del almacenamiento de desechos nucleares frente a la costa gallega y plantear la urgente necesidad de reconsiderar el uso de la energía nuclear.

Entre los años cuarenta y ochenta del siglo pasado, varios buques provenientes de Holanda, Bélgica y el Reino Unido arrojaron desechos radiactivos en la Fosa Atlántica, situada en aguas internacionales. Esta situación ha sido objeto de estudio en una reciente expedición francesa, que ha revelado que, a unos 700 kilómetros de las costas de Galicia, existen más de 200,000 bidones con residuos peligrosos.

A pesar de que en 1993 se anunció una moratoria para frenar estas prácticas, los ecologistas remarcan que hasta esa fecha no se había establecido una prohibición clara sobre el vertido de residuos nucleares en el mar. Este hecho es motivo de preocupación para quienes defienden el medio ambiente, ya que la situación no ha mejorado significativamente.

Además, Ecoloxistas en Acción hizo hincapié en que actualmente continúan vertiéndose al océano agua radiactiva derivada de la catástrofe nuclear de Fukushima. Desde 2023, Japón ha acumulado más de un millón de toneladas de esta agua en el océano Pacífico, lo que podría representar un problema persistente en las próximas décadas, si no se toman medidas adecuadas.

Los activistas sostienen firmemente que los residuos nucleares necesitan ser aislados de los seres vivos durante miles de años, advirtiendo que la irresponsabilidad de abandonarlos en el mar es solo comparable a la propia producción de estos materiales tóxicos.

En este contexto, los ecologistas subrayan que renunciar a la producción de energía nuclear es una tarea compleja que enfrenta resistencia, en especial entre los partidos políticos que eligen dejar el problema a futuras generaciones.

Finalmente, Eloy Pérez, coordinador de Ecoloxistas en Acción, criticó la falta de preocupación sobre el aumento de residuos y el riesgo de accidentes que enfrentan las viejas centrales nucleares. Además, destacó que, desde una perspectiva económica, la energía nuclear resulta más costosa en comparación con las tecnologías renovables, lo que plantea interrogantes sobre su viabilidad a largo plazo.