
La comunidad gallega ha experimentado un verano inusualmente caluroso y seco, lo que ha generado preocupación entre los expertos meteorológicos. Durante una reciente conferencia de prensa, Francisco Infante, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Galicia, compartió sus observaciones sobre el clima en la región y las proyecciones para los meses venideros.
Infante anticipa que el otoño será en Galicia "más cálido y seco de lo habitual". Las previsiones para los meses de octubre, noviembre y diciembre sugieren que las temperaturas superarán los promedios históricos, lo cual podría tener implicaciones significativas para el entorno y la agricultura local.
En el corto plazo, se espera que hasta el 20 de septiembre las condiciones climáticas se mantengan similares a las de verano, con cielos despejados y un aumento en las temperaturas que superan lo normal para esta época del año. Sin embargo, un frente poco activo se aproximará durante el fin de semana, trayendo consigo algunas lluvias y un descenso en las temperaturas máximas.
En medio de este contexto, Infante hizo un resumen sobre la situación del verano, describiéndolo como "extremadamente cálido" y, en algunas áreas, "muy seco". Este verano ha sido catalogado como el más cálido desde 1961, con un incremento de 2,2 grados sobre los valores normales. Los meses estivales mostraron una notable escasez de precipitaciones, donde junio y julio se destacaron como meses especialmente secos.
Los incendios forestales que asolaron la región se concentraron en el sureste de Galicia, especialmente en Ourense, Lugo y Pontevedra. "Hemos vivido ya varios veranos con temperaturas superiores a lo normal, siendo este último verano particularmente preocupante debido a su déficit de lluvia", advirtió Infante.
Durante la conferencia, se destacó que junio fue el mes más cálido en la historia de Galicia, caracterizado por episodios de calor intenso, con temperaturas que alcanzaron hasta los 41,6 grados en Ourense a finales de mes. Julio también fue notablemente caluroso, aunque no se registró una ola de calor, mientras que agosto se posicionó como el segundo más cálido desde 2003, con una duración extraña de calor que se prolongó durante días.
Por otro lado, la primera quincena de septiembre ha sido más fresca y húmeda, contrastando con el intenso verano. En cuanto al balance del año hidrológico que finaliza el 1 de octubre, Infante comentó que Galicia ha logrado equilibrar su déficit hídrico gracias a un año en el que la mayoría de las estaciones resultaron húmedas, llevando las precipitaciones a niveles cercanos o superiores a lo normal.
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.