La diputada andaluza ha expresado su fuerte rechazo a la gestación subrogada, afirmando que se trata de una "crueldad literal" y que es ilegal, aunque se le ponga un nombre hipócrita para intentar engañar y mentir. La presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso de los Diputados, la socialista Carmen Calvo, destaca que se trata de mujeres pobres que alquilan sus cuerpos y ricos que pueden comprarlos. Este comentario pone en evidencia que es una crueldad más de las muchas que las mujeres han tenido que soportar a lo largo de la historia, debido a que hay un mercado en el que se mueve mucho dinero y porque hay personas que atropellan los derechos de los demás para obtener lo que desean.
La ministra ha hecho estas declaraciones durante su visita a un barrio ferrolano para recibir el premio 'Galardón 8M Alvixe', de lucha contra la violencia de género. Calvo piensa en "esas mujeres que sufren un parto entero, que sufren un embarazo entero y que ahora de repente se les dice que no hay vínculo ni sentimiento y que lo pueden vender como si fuera una mercancía". Por lo tanto, subraya que la gestación subrogada debe seguir siendo ilegal y se deben tomar medidas jurídicas para que los españoles que hacen esto fuera no puedan legalizarlo "por la puerta de atrás". Calvo declara que no se puede asumir la "dignidad de los derechos humanos de las mujeres que se ven abocadas a alquilar sus vientres".
La diputada socialista también ha mencionado que la cuestión principal es si alguien cree que un deseo es un derecho porque se lo puede comprar y si alguien piensa que las mujeres que se desprenden de sus hijos no tienen vínculo con ellos o que aún no somos seres humanos completos. Calvo marca la brecha entre las elites y los más frágiles, y cómo la gestación subrogada se dirige principalmente a mujeres pobres que están en situación de precariedad, mientras que son las mujeres ricas y los hombres ricos quienes compran a sus bebés. La diputada concluye que esto es una forma de explotación y que se debe tomar una postura más rigurosa ante la violación a los derechos humanos de las mujeres.