SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Nov.

La Guardia Civil ha detenido a una pareja y está investigando a otro individuo por un presunto delito de estafa agravada en un negocio de hostelería en la localidad gallega de Portosín. Según informa la Benemérita, la investigación comenzó a finales de marzo cuando la víctima denunció haber sido engañada para participar en una sociedad en dicho negocio, donde los implicados se habrían apropiado de más de 126.000 euros.

El hombre afectado alegó que los presuntos estafadores lo convencieron para realizar una inversión económica con la promesa de obtener una rentabilidad mensual de 6.000 euros. Estos fondos, supuestamente, serían destinados a reformas en el local que nunca se llevaron a cabo debido a que la sociedad nunca se formalizó.

Según la Guardia Civil, los estafadores aprovecharon la confianza ganada durante las visitas frecuentes del denunciante al negocio de hostelería. Mostrándole recaudaciones diarias del negocio, los implicados aparentaron solvencia económica y convencieron a la víctima para unirse a la sociedad, incluso entregándole una llave del local como símbolo de confianza.

En los dos meses siguientes, la víctima transfirió casi 109.000 euros a las cuentas bancarias de los investigados y entregó 17.350 euros en efectivo. Sin embargo, al no ver progresos en el local y recibir evasivas al solicitar documentación, comenzó a sospechar de una estafa.

La investigación reveló que la pareja habría gastado la mayoría del dinero en la compra de vehículos, bienes, viajes, restaurantes y centros comerciales, llegando a retirar más de 45.000 euros en efectivo.

Una vez localizado el domicilio de los presuntos estafadores, la Guardia Civil procedió a detener a la pareja y está investigando al tercer individuo, al que la víctima señala como inductor de la estafa. Las diligencias junto con los detenidos fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Noia.

En otra noticia relacionada, también en la provincia de A Coruña, la Guardia Civil ha investigado a una conductora que llevaba una pegatina de la inspección técnica del vehículo (ITV) con una fecha en vigor que no correspondía a la vigencia real de su automóvil.

El vehículo fue detectado durante un servicio de vigilancia de carreteras y se comprobó que la ITV estaba caducada desde 2022. Sin embargo, el coche tenía una pegatina con fecha en vigor en el parabrisas, lo que podría constituir un delito de falsedad documental. Por lo tanto, la conductora está siendo investigada.