La Policía Nacional ha llevado a cabo una significativa operación contra un grupo criminal internacional que se dedicaba a la recolección ilegal de marisco en las aguas de la ría de Ferrol, dando como resultado 14 arrestos, uno de los cuales tuvo lugar en Portugal.
El operativo, conocido como Operación Capilla, se ejecutó en colaboración con la Policía Autonómica de Galicia y la Policía Marítima de Portugal, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol, junto con la Fiscalía de Medio Ambiente.
En una reciente comparecencia ante los medios en A Coruña, Juan José Castro García, jefe de la sección encargada de delitos contra el Consumo, Medio Ambiente y Dopaje, ofreció una detallada explicación sobre la organización desarticulada. Castro García comentó que “la red criminal contaba con sus propios furtivos, quienes se dedicaban a extraer marisco de manera ilegal, entregándolo a miembros de mayor rango que lo almacenaban en casas particulares y en depuradoras clandestinas, todo ello sin someterlo a ningún tipo de control sanitario y utilizando documentación falsificada para su comercialización”.
La operación incluyó hasta seis registros, cuatro de ellos en Ferrol y uno en otra localidad de A Coruña, además de uno en Gafanha de Nazaré, Portugal. Durante estas inspecciones, se recuperaron más de una tonelada de marisco en mal estado, se incautaron 79.000 euros en efectivo, ocho piscinas con sistemas de depuración clandestinos, un arma corta y una gran cantidad de documentación falsa.
Las investigaciones fueron iniciadas cuando las autoridades locales detectaron a varias personas involucradas en la extracción ilegal de marisco en la ría de Ferrol. Se observó que un individuo estaba centralizando la recolección y el almacenamiento del producto, a pesar de haber recibido múltiples sanciones administrativas en el pasado.
Los agentes decidieron entonces seguir la pista de esta persona y, tras una minuciosa investigación, el caso se amplió hacia Portugal. Gracias a este trabajo, se confirmó que los acusados realizaban un proceso de 'blanqueo' de producto marisquero, dando una apariencia de legalidad a su actividad al introducirlo en el mercado español con documentación falsa, todo ello sin pasar ningún control sanitario, lo que implicaba un grave riesgo para la salud pública.
Castro García subrayó que los furtivos recogían marisco incluso en áreas catalogadas como de riesgo, zonas donde el producto no está destinado al consumo humano. Posteriormente, trataban el marisco en depuradoras ilegales y, a través de empresas aparentemente legales, 'blanqueaban' su origen, proporcionando documentación falsa con el fin de hacer llegar estos productos a los consumidores finales.
A medida que la investigación avanzaba, los agentes se dieron cuenta de que no solo se abastecían de marisco extraído ilegalmente en España, sino que también compraban producto de actividades similares en territorio portugués, lo que llevó a establecer vigilancia conjunta con las autoridades marítimas de Portugal.
Hasta el momento, y según lo indicado por Castro García, “no se ha encontrado evidencia de personas afectadas por el consumo de este marisco”, aunque aseguró que la Policía Nacional seguirá sus pesquisas para establecer si estos productos llegaron a tener algún impacto en la salud de los consumidores.
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