Crónica Galicia.

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Ecologistas advierten que Altri y la mina de Touro chocan con la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica.

Ecologistas advierten que Altri y la mina de Touro chocan con la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica.

La Xunta de Galicia ha resaltado sus esfuerzos en la lucha contra la sequía y las inundaciones, así como su plan para controlar vertidos contaminantes en los cursos de agua. La administración regional considera que está haciendo avances significativos en la gestión de recursos hídricos ante los desafíos climáticos actuales.

Sin embargo, varias organizaciones ecologistas han manifestado su preocupación, indicando que la región aún tiene “mucho que mejorar” en su cumplimiento de las directrices de la Unión Europea en materia de prevención ante desastres hídricos y contaminación. Específicamente, han criticado proyectos como el de Altri y la mina de Touro, considerándolos incompatibles con la Estrategia de Resiliencia del Agua de la UE.

Durante una reciente sesión del Parlamento Europeo, se instó a los gobiernos a adoptar medidas para mitigar la contaminación de los recursos hídricos y a implementar acciones preparatorias ante sequías e inundaciones, haciendo hincapié en aquellas áreas especialmente vulnerables.

Las recomendaciones de la UE abogan por una estrategia integral que permita gestionar eficientemente los recursos hídricos, subrayando la necesidad de una planificación a largo plazo que contemple los desafíos vinculados al agua. Desde el entorno ecologista se ha afirmado que Galicia necesita mejorar tanto en la administración de este recurso vital como en la prevención de la contaminación.

Erika González, representante de Ecologistas en Acción, destacó que Galicia no cuenta con una preparación adecuada para afrontar fenómenos climáticos extremos y que, en términos de contaminación, la situación es preocupante. Asimismo, apuntó a la agricultura intensiva y la ganadería industrial como fuentes de contaminación por nitratos, que amenazan el abastecimiento de agua en la región.

Además, González advirtió sobre los efectos nocivos de la actividad minera en el medio ambiente, mencionando que se han documentado casos de contaminación de ríos por metales pesados relacionados con diversas explotaciones mineras.

Manuel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia, también se mostró crítico respecto a la actividad industrial en la región, resaltando la incompatibilidad de proyectos emblemáticos como Altri y la mina de Touro con las normativas ambientales de la UE. Santos cuestionó la falta de consideración de las proyecciones climáticas en estos desarrollos, señalando que el déficit de precipitaciones prevista debería ser un factor determinante en la evaluación de estas iniciativas.

Para Santos, uno de los desafíos más urgentes es garantizar la limpieza integral de las rías gallegas, que se ha visto afectada tanto por la contaminación urbana como por la actividad industrial. Expresó su preocupación por la falta de integración en la gestión de aguas continentales y oceánicas, lo que, según él, repercute negativamente en la salud de los ecosistemas acuáticos.

Los estudios sobre la contaminación en las rías están en auge, y hay un consenso creciente sobre los riesgos que esto representa para la biodiversidad y las actividades económicas, como la pesca. A pesar de la gravedad de la situación, se ha denunciado que la Xunta no proporciona datos actualizados sobre los vertidos a las rías, lo que complica la evaluación del alcance del problema.

Las organizaciones ecologistas coinciden en la necesidad de una mejor planificación para enfrentar tanto la escasez de agua como las inundaciones. González ha subrayado que Galicia no ha invertido lo suficiente en la mejora de sus infraestructuras de distribución de agua, lo que ha generado preocupantes fugas en la red.

Asimismo, se ha advertido sobre el impacto negativo de proyectos urbanísticos y turísticas que consumen grandes cantidades de agua, proponiendo que se considere la eliminación de construcciones en áreas propensas a inundaciones y la recuperación de llanuras inundables como medida de prevención.

Santos también criticó la falta de preparación de la Xunta ante los efectos del cambio climático, acusándola de tratar el agua como un recurso ilimitado. Desde Greenpeace se han propuesto diversas medidas para mejorar la situación, tales como la implementación de sistemas de alerta temprana y medidas de sensibilización ciudadana sobre el uso responsable del agua.

En respuesta a las críticas, la Xunta ha enfatizado su compromiso con la gestión sostenible del agua y ha mencionado iniciativas pasadas, como la ley de garantización de abastecimiento en periodos de sequía. El gobierno autonómico ha apoyado planes locales y financiado proyectos para reducir las fugas en las redes de agua.

Además, la Consellería de Medio Ambiente ha detallado su plan de gestión del riesgo de inundaciones que abarca hasta 2027, así como la existencia de un sistema de alerta temprana que permite predecir desbordamientos en ríos, apoyándose en datos meteorológicos. Recientemente, se ha invertido en mejorar este sistema para proporcionar alertas más precisas.

Por último, respecto a la contaminación de aguas, la Consellería ha señalado la implementación de un Programa de Control de Vertidos que ha conseguido reducir notoriamente la proporción de vertidos contaminantes en los ríos gallegos, lo que indica un progreso en la gestión de este problema. Sin embargo, las organizaciones ecologistas instan a que se sigan tomando medidas más efectivas y a largo plazo para proteger los recursos hídricos de Galicia.