El vicepresidente del BNG en el Parlamento de Galicia, Luís Bará, ha manifestado su indignación tras la reciente decisión de la Xunta de Galicia de considerar la chimenea de 75 metros del proyecto Altri como un posible "icono". Bará ha descrito esta propuesta como "insultante, bochornosa y provocadora", un claro indicativo del desacuerdo con las acciones del gobierno autonómico.
En un informe de Patrimonio Cultural, el cual se encuentra entre los más de 30 estudios que apoyan la declaración de impacto ambiental aprobada por la Xunta, la propuesta de convertir la chimenea en un símbolo se ha respaldado con una serie de argumentos que apuntan a su integración estética en el entorno natural de Palas de Rei, en Lugo.
El documento sugiere que se utilicen colores como el verde, marrón y gris para "mimetizarse" con el paisaje circundante, y plantea que la chimenea incorpore elementos decorativos que la transformen en algo más atractivo y no en una mera "intrusión visual".
Durante una rueda de prensa, Bará ha criticado la documentación que ha recibido su partido en relación con la declaración de impacto ambiental (DIA), advirtiendo que esta se encuentra "incompleta" debido a la falta de envío de dos informes de salud pública por parte de la Xunta. Sin embargo, ha señalado que, mediante otras fuentes, el BNG logró acceder a dichos documentos.
El viceportavoz ha exigido "responsabilidades" inmediatas y ha instado a que se demande la renuncia o destitución de María del Carmen Martínez Ínsua, directora xeral de Patrimonio Cultural, por haber avalado un informe que considera inadecuado.
Bará ha expresado su sorpresa al que la responsabilidad de firmar un documento de tal relevancia recaiga en una directora xeral, cuestionando por qué no hay otros técnicos dispuestos a hacerse cargo de dicha firma, algo que no es habitual en otros informes.
En lo que respecta al impacto visual del proyecto, Bará ha denunciado los intentos de enmascararlo, como la propuesta de plantar una "pantalla de árboles" que tardará 15 años en alcanzar una altura de 15 metros, mientras que las calderas del proyecto llegarían hasta los 60 metros.
El BNG ha denunciado que el gobierno gallego incurre en un "fraude de ley" al tramitar la DIA, que solo se ocupa de la fase inicial del proyecto de la empresa lusa, sin evaluar adecuadamente sus implicaciones a largo plazo.
En esta primera etapa, se planea la producción de 250.000 toneladas de pasta de celulosa y 60.000 de lyocell, mientras que la fase posterior prevé cifras aún más elevadas: 400.000 toneladas de pasta y 200.000 de lyocell. Asimismo, Bará ha indicado que la evaluación solo considera 120 hectáreas de ocupación, cuando es evidente que el proyecto podría extensarse mucho más allá.
El viceportavoz ha lamentado que no se valore en esta fase la construcción de una línea de alta tensión y una subestación eléctrica que serían necesarias, y que estarían ubicadas en el área de protección del Camino de Santiago.
Referente a los citados informes de salud pública que la Xunta no ha proporcionado al BNG, Bará ha denunciado un aparente intento deliberado de ocultar información y ha insinuado que uno de estos documentos fue alterado el mismo día en que se hizo pública la DIA, debido a su contenido "incómodo" que podía resultar "comprometedor".
Bará ha cerrado su intervención afirmando que estas irregularidades e ilegalidades contribuyen a aumentar la desconfianza y las sospechas sobre cómo la Xunta está tramitando este proyecto, dejando en evidencia la necesidad de una mayor transparencia en estas decisiones gubernamentales.
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